![]() |
Cartel de apoyo a Diego Gómez. Fundación Karisma |
Como a Aaron Swartz (1), como a
Alexandra Elbakyan (2), a Diego Gómez, estudiante colombiano le van a juzgar el
viernes, 27 de enero de 2017, por una denuncia del lobby de los grandes
editores científicos, escribe Olivier Ertzscheid en su blog Affordance y
reproduce la edición francesa de meltycampus.org.
Diego Gómez Hoyos tiene 28 años y
está haciendo un doctorado en su país. Le piden ocho años de cárcel por haber
subido a su blog un artículo científico que tenía copyright. Los hechos
ocurrieron en 2010. Como Diego Gómez no dispone de medios para pagarse el
acceso a las bases de datos científicas que le podrían ayudar a redactar su
tesis, gracias a un grupo de discusión de Facebook supo que se había publicado
otra tesis sobre el mismo tema que él investigaba, consiguió una versión
electrónica de la misma y la colgó en la página especializada Scribd, para que
otros estudiantes de biología pudieran tener también acceso a ella, con el
siguiente comentario: “Comparto esta tesis porque es útil para identificar los
anfibios en el trabajo sobre el terreno que estoy efectuando con mi grupo en la
universidad”.
Un año después, Diego recibió una
denuncia. Como recuerda el diario británico The Guardian, “en el código penal
colombiano se castiga con una pena de 4 a 8 años de cárcel y multa que puede
llegar hasta 327.000 dólares, reproducir, distribuir u ofrecer una obra sin
permiso del autor”. La ley es consecuencia del acuerdo de libre comercio con
Estados Unidos, firmado en 2006, que obligó a Colombia a endurecer su legislación.
Después de seis años de
procedimiento, Diego Gómez comparecerá ante el juez el 27 de enero de 2017. En
este tiempo transcurrido desde entonces, se han sumado a la recogida de firmas
en línea, Electric Frontier Foundation (EFF), organización no gubernamental
internacional creada en 1990 en Estados Unidos con el objetivo de defender la
libertad de expresión, entre otros por John Perry Barlow, autor de la
“declaración de independencia del ciberespacio”, la organización Creative
Commons, cuyo objetivo es ofrecer una solución alternativa legal a las personas
que desean que sus obras no estén sujetas a los derechos de propiedad
intelectual de su país; así como la fundación Karisma, organización de la
sociedad civil colombiana que forma parte de un movimiento mundial para la
protección de la vida privada, que le está prestando ayuda jurídica.
Para el autor del artículo «parece
que el mundo se divide en dos categorías: los que quieren impedir que se haga
público el conocimiento financiado con dinero público que a través de su lobby
intervienen en los procesos legislativos y los que necesitan esos
conocimientos, esos resultados de la investigación pública, porque sin ellos no
pueden realizar su trabajo científico y no pueden colaborar a que en sus países
haya vacunas, políticas de salud pública, salvar vidas diariamente o
simplemente dar lugar a nuevos conocimientos. Estos, en Colombia, pueden ir a
la cárcel durante 8 años”.
(1)- Aaron Swartz, «The Internet’s
Own Boy», el chico de Internet, que se suicidó a los 27 años perseguido y
acosado por la justicia estadounidense y el lobby de los grandes grupos
editoriales, por «liberar» artículos científicos. Querían un ejemplo y tuvieron
un mártir. Cuando murió, el jurista Lawrence Lessing, profesor universitario de
derecho, notoriedad internacional en propiedad intelectual, Premio para el
desarrollo del digital libre de la Free Software Foundation y fundador y
presidente del consejo de administración de la organización Creative Commons,
escribió 2002: “Quien afirme que se puede hacer dinero con un stock de
artículos científicos o es un idiota, o un mentiroso”. Lessing lleva desde 2007
combatiendo el poder de los lobbys en Washington y es autor de obras como “El
porvenir de las ideas” y “Code and other laws of cyberspace”. También participó
en el documental “Aaron Swartz: The Intenet’s Own Boy: The Story of Aaron
Swartz”.
(2)- Alexandra Elbakyan, operadora
de la primera biblioteca científica pirata de Internet, Sci-Hub. org, denunciada
por Ellsevier, grupo editorial dedicado principalmente a la edición de textos
médicos, por haber subido a Internet artículos científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario