Segundo proyecto –tras “Ithaca”- como directora de la actriz Meg Ryan (“Cuando Harry encontró a Sally”, Algo para recordar”, “Tienes un e-mail”), la comedia romántica “Lo que sucede después” (“What happens later”) que ha escrito, dirigido e interpretadoa los 61 años junto a un David Duchovny (series “Expediente X” y “Californication”) de 63, bastante “arreglado”. Una película estrenada en el reciente Barcelona Film Fest- donde la actriz fue homenajeada- que se parece como dos gotas de agua a muchas de las que interpretó en los años 90, cuando era la reina indiscutible del género romcom. “Lo que sucede después”,
película que pasó sin pena ni gloria
por los cines de Estados Unidos para asentarse inmediatamente en las
plataformas de pago por visión, está dedicada a Nora Ephron, fallecida en
2012, responsable de títulos emblemáticos del género, como “Tienes un e-mail”
o “Algo para recordar”, además de guionista de “Cuando Harry encontró a
Sally”. Han pasado varias décadas desde
que rompieron los antiguos amantes Willa y Bill, que ahora se reencuentran por
azar en un aeropuerto perdido en mitad de ninguna parte, atrapados por una
tormenta de nieve que impide el tráfico aéreo. Ella es una iluminada new age que no suelta el engorroso “palo de lluvia” que le acompaña, él es un
amargado hombre de negocios. Ella va a Boston, él se dirige a Austin,
literalmente van a viajar en direcciones opuestas. Se sienten relativamente
contentos de volver a verse, pero sus primeros intentos de conversar son
bastante torpes. Ambos quieren llegar a sus destinos lo antes posible
pero, a lo largo de la noche, y como es inevitable en toda comedia romántica,
empiezan por bromear y reabrir viejas heridas hasta que se sienten de nuevo
atraídos, obligados a revisar lo que podría haber sido su relación y lo que
podría ser nuevamente. En un ambiente de realismo casi mágio, toda la
película se concentra en la pareja y en el único decorado del aeropuerto.
Como directora, Meg Ryan, apura hasta el fondo el género que le dio fama y
dinero, presentándose muy “natural” planteando las cuestiones del
envejecimiento –un problema de cadera real se manifiesta en una pronunciada
cojera en la película- y los remordimientos. Ellos dos solos en la inmensidad
del aeropuerto durante toda una noche, cda vez más íntima y fantasiosa, en la
que se habla del tiempo que pasa y de las historias personales, y se escucha
la voz impersonal de un altavoz omnipresente que emite mensajes contradictorios
y confusos. El proyecto de “Lo que sucede después”, basado en la
obra de teatro “Shooting Star”, de Steven Dietz, le llegó a Meg Ryan durante
la pausa de la pandemia, cuando estaba buscando una historia de dos
personajes para un largometraje. Los dos actores estuvieron intercambiando
opiniones sobre el guión durante seis meses, a través de videollamadas. El
resultado de esta aventura “para dos” no alcanza la altura de las viejas
romcom que marcaron la trayectoria de éxitos de Meg Ryan, flaquea
especialmente en los momentos en que los dos personajes intentan comportarse
como si todavía fueran adolescentes –ridículas las carreras por los salones
desiertos con Duchovny empujando el
carro al que se ha subido Ryan-, pero puede verse sin problemas en la
televisión, un domingo después de comer. (1) “Lo que sucede después se estrena en la carteera
madrileña el próximo viernes 17 de mayo de 2024. |
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