Poster de Reporters sans frontières, Free Jimmy Lai
En la madrugada (hora española) de este 18 de
diciembre de 2023, ha comenzado en el Palacio de Justicia de Hong Kong, en West
Kowloon, el juicio del más famoso de los disidentes de la isla, Jimmy Lai, multimillonario de 76 años con pasaporte
británico, católico y propietario del
imperio mediático Next Media que, entre otras cosas, editaba el digital Next y
el Apple Daily, principal diario hongkonés muy crítico con el gobierno
comunista y dictatorial de Pekín, suspendido desde que su dueño fue detenido en
2020 por « Colusión con fuerzas extranjeras » -y cumpliendo una
anterior condena de cinco años y ocho meses por “fraude”-, excusa habitual del régimen pequinés para acusarle,
aplicando la reciente Ley de Seguridad Nacional impuesta en 2020 por el
gobierno de la República Popular China que preside Xi Jinping, de apoyar las
manifestaciones a favor de la democracia que se sucedieron en 2019. De ser considerado culpable en un proceso que
se prevé dure ochenta días, con toda probabilidad le condenarán a cadena perpetua.
Un millar de policías, entre ellos
muchos con perro y sin uniforme, vigilan desde hoy el Palacio de Justicia con
el encargo de controlar y registrar a todas las personas que van a participar
en el juicio que, sin jurado, presiden
tres magistrados elegidos por sorteo. Una treintena de personas, apostadas en las
cercanías, esperaban la llegada del magnate de los medios, al que no se había
visto desde 2021, para manifestarle su
apoyo. Otro grupo de personas, entre las que se encuentra más de un centenar de
periodistas llegados de todo el mundo, han soportado el frío de una noche invernal en
la esperanza de poder presenciar la audiencia, que teóricamente es pública. Jimmy
Lai ha llegado al tribunal sonriente y saludando a su mujer y sus dos hijos que asisten entre el público a un juicio que se ha retrasado varias veces,
porque las autoridades han impedido reiteradamente que pueda representar al
acusado Tim Owen, conocido abogado británico especialista en derechos humanos,
argumentando que su presencia podría ocasionar problemas de seguridad.
Además, el parlamento de la ciudad-estado de Hong
Kong -que fue colonia británica hasta 1997, fecha de la retrocesión a China con
la condición de que se convirtiera en una región administrativa especial,
conservando sus anteriores condiciones de libertad en materia económica y
administrativa- ha adoptado nuevas leyes, que exigen una autorización especial
para que los abogados extranjeros puedan intervenir en este tipo de casos. El
pasado viernes, el Comité para la protección de los Periodistas declaró que el
proceso de Jimmy Lai es « una parodia de justicia » que arroja una
mancha en el estado de derecho de Hong Kong.
Nacido en China continental y emigrado
clandestinamente a Hong Kong a los doce años, Jimmi Lai estuvo trabajando en
talleres ilegales hasta que fundó la fábrica Giordano, que con el tiempo se
convertiría en un imperio textil. A partir de los años ochenta empezó a crear
medios de comunicación muy críticos con
el régimen de la República Popular China . Jimmy Lai apoyó los movimientos
sociales de 2014 (revolución de los paraguas) y 2019, así como las vigilias
organizadas en un parque de la ciudad, todos los 4 de junio desde 1989, en recuerdo de la « masacre de Tiananmen »
-cuando los tanques gubernamentales literalmente aplastaron a los
manifestantes- y como homenaje a sus
víctimas.
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