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Shafqat, 30 años, una vida entre rejas |
Las autoridades paquistaníes han ahorcado el 17 de marzo de
2015 a diez condenados a muerte, el número más importante de ejecutados en un
solo día desde que en diciembre de 2014 quedara sin efecto la moratoria de
aplicación de la pena capital, en vigor desde 2008. En Paquistán, una vez
agotados todos los recursos, incluido el del indulto presidencial, una condena
a muerte puede quedar sin efecto si el autor consigue el perdón de la familia
de la víctima. Por eso a última hora se redujo el número de ejecutados, que en
principio era de una docena.
Al mismo tiempo, el 18 de marzo se ha sabido que el
presidente del país, Mamnoon Hussain, ha suspendido durante treinta días la
ejecución de Shafqat Hussain, de 30 años, condenado a muerte por un tribunal
antiterrorista, por el secuestro y la muerte de un niño de 7 años en 2004,
cuando solo tenía 14 años, y que debía ser ejecutado en la mañana del 19. En
este caso, la justicia no había tenido en cuenta que la ley paquistaní prohíbe
condenar a muerte a los menores y que el reo había asegurado que su confesión
fue obtenida mediante tortura. Esta es la segunda vez que se retrasa la
ejecución de Shafqat Hussain, cuyo caso ha sido objeto de varias campañas
mundiales pidiendo el indulto, o la conmutación de la pena, así como que la
pena de muerte desaparezca definitivamente del código penal paquistaní.
Muchos otros condenados no han tenido la misma suerte que
Shafqat Hussain, en las últimas semanas han ejecutado a decenas de condenados,
según las informaciones de agencias, diarios y digitales internacionales, entre
ellos la BBC, NBCnews, AlJazeera, The Guardian, Reuters, La dêpeche, o
Aufait.com quienes dan por hecho que “manifiestamente, esto no ha terminado”.
Pakistán dejó sin efecto en diciembre de 2014 una moratoria
de la pena de muerte, en vigor desde hacía seis años; fue justo después del
atentado que el 16 de diciembre de 2014 causó la muerte de 150 personas en una
escuela de Peshawar, la mayoría de las cuales eran niños. En ese mismo momento,
volvieron a comenzar las ejecuciones de condenados en casos de terrorismo.
“Pero, se lee en uno de los despachos, la política ha cambiado hace pocos días
y con discreción, sin anuncio oficial, el levantamiento de la moratoria afecta
ahora a todos los condenados muerte, sin tener en cuenta la gravedad del delito
que se les imputa”.
Según distintas asociaciones de defensa de los derechos
humanos, entre ellas Amnistía Internacional, Pakistán tiene ahora cerca de
8.000 personas en los corredores de la muerte. Entre los días 16 y 19 de marzo
de 2015 han colgado a 25 personas; y la suma desde diciembre de 2014 asciende
ya a 52, situando al país junto a “los que más condenas de muerte ejecutan” en
el planeta. Entre la sociedad civil paquistaní se escuchan voces críticas,
aunque las ONG’s constatan que todavía son minoritarias.
Entre los últimos ejecutados, dos fueron colgados en Karachi,
dos en Rawalpindi y ocho en la provincia de Pendjab. La mayoría estaban
implicados en casos de asesinato o violación, algunos de los cuales se remontan
a los años 1990.
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