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Kcho en una de sus instalaciones |
“Dos
semanas después de establecer la primera línea telefónica directa entre Cuba y
Estados Unidos, la operadora Etecsa ha autorizado la puesta en marcha de la
primera red en la isla de internet gratuita y pública». Etecsa, operador
propiedad del gobierno cubano, acaba de autorizar la instalación de la primera
red de wifi, pública y gratuita, en el centro cultural, abierto en La Habana en
enero de 2015, del artista y político Kcho –dibujante, pintor, escultor, autor
de instalaciones, primer cubano autorizado a disponer de Internet sin cable-,
informa Emilie Brouse en el digital francés Rue 89, recogiendo una información
publicada por el diario Libération.
Kcho
tendrá que pagar 900 dólares mensuales por una velocidad muy baja, de 2Mbps. La
contraseña para el acceso es un antiguo slogan revolucionario: “Aquí nadie
capitula”.
Kcho
(también K’cho), Alexis Leyva Machado, nació en 1970 en Nueva Gerona, Isla de
la Juventud y se dio a conocer en la 5ª Bienal de La Habana (1994) con la
instalación “Regata”. Desde entonces, ha expuesto sus trabajos en el Museo de
Arte Contemporáneo de Montreal, Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles,
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, etc. Sus obras están
realizadas con materiales diversos, casi todas incluyen objetos relacionados
con el mar, y su tema prioritario es la migración. Como político, Alexis Leyva
Machado es diputado por la Isla de la Juventud desde 2003.
Desde
2008, los cubanos pueden comprar ordenadores personales y disponer de una
conexión lenta, limitada y censurada, aunque solo disfruta de ella el 5% de la
población, principalmente extranjeros, médicos y periodistas, debido al elevado
precio de la conexión. En los cibercafés, el precio de la hora de conexión es
de 4,5 dólares, lo que representa la cuarta parte de un salario mensual medio;
por eso, muchos cubanos se las ingenian para acceder a Internet por otros
medios, por ejemplo compartiendo ilegalmente los abonos a la Red. “La censura
digital hace que no se puede acceder a muchas páginas, en su mayoría
estadounidenses, como YouTube, aunque con el deshielo de las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba podrían desaparecer al menos parte de las restricciones.
Empresas como Google o Apple esperan autorización para implantarse en el
territorio. La isla dispone ya del servicio de vídeo para abonados, Netflix, pero
debido al coste (7,99 dólares al mes) existen muchas dudas acerca de su
utilidad”, se lee en Libération.
Desde
2001, existe en la isla una red semiclandestina limitada (y tolerada), llamada
SNet (por «Street Net»).
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