Ganadora
del premio David de Donatello 2013 (galardones italianos equivalentes a los
Goya) a la mejor actriz, la película Viajo sola de la realizadora Maria Sole
Tognazzi (hija del inolvidable actor Ugo Tognazzi), es una originalidad en el
panorama cinematográfico mundial que habitualmente fabrica historias de
parejas: lo de siempre es que chica
conozca chico –en la guerra, en el trabajo, en la ciudad, en las vacaciones,
incluso en un viaje- y a partir de ahí se escriban los 90 minutos que
duran de media los largometrajes.
Sin
embargo, Viajo sola es la historia de mujer soltera, independiente y feliz de
serlo. Irene (Margherita Buy), es alta y
guapa, tiene 40 años y no tiene ni compañero sentimental, ni hijos. Tiene, en
cambio, un trabajo a primera vista divertido: es el “cliente misterioso” que
vista de incógnito hoteles de lujo de todo el mundo, verificando que todo en
ellos funciona perfectamente, desde la forma en que el botones se hace cargo
del equipaje del cliente hasta la temperatura de la sopa. Andrea, su mejor
amigo y antiguo amante (Stefano Accorsi) acude siempre a su lado cuando le
necesita, pero hace años que renunció a otra cosa.
La de Irene es una vida de libertad
extrema, de vagabundo confort que tiene también una contrapartida de soledad y
melancolía. Cuando Andrea deja de estar disponible, Irene se plantea por
primera vez si su elección de vida ha sido acertada. En la duda, vence como
siempre su libertad.
Película
valiente, feminista y tranquila, comedia
entretenida con momentos divertidos y una actriz que borda el personaje.
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