Ioane Teitiota, ciudadano de Kiribati |
En una decisión que ya ha sido calificado de
histórica, el Comité de Derechos Humanos de la ONU acaba de establecer que para
plantearse expulsar a solicitantes de asilo, a quienes no se les conceda ese
derecho, deberán tenerse en cuenta las violaciones de los derechos humanos
causados por la crisis climática. Es una información del boletín semanal de
Amnistía Internacional France (AI).
La decisión se
ha adoptado en relación con el caso de Ioane
Teitiota, ciudadano de Kiribati, un país situado en el Océano Pacífico,
que denunció al gobierno neozelandés ante el Comité de Derechos Humanos de la
ONU en febrero de 2016, porque las autoridades neozelandesas rechazaron en
septiembre de 2015 su demanda de asilo en tanto que “refugiado climático”, y le
devolvieron a su país de origen.
Ioane Teitiota argumentó que se había visto obligado a
emigrar a Nueva Zelanda, junto con su familia, a causa de las dificultades
motivadas en su país por la crisis climática que, entre otras cosas, le
planteaba graves problemas para conseguir agua potable. Cuando expiró su
visado, en 2010, se planteó solicitar asilo político, lo que le fue denegado
tras varios años de trámites burocráticos. Fue entonces cuando acudió al Comité
de los Derechos Humanos argumentando que, devolviéndole a Kiribati, Nueva Zelanda había violado su derecho a la
vida recogido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Aunque el Comité ha considerado que la
expulsión de la familia Teitiota no fue ilegal, porque no existía un peligro
inmediato para la vida de sus miembros, ha reconocido que los desarreglos
climáticos representan una amenaza grave para el derecho a la vida.
Se trata de una decisión de alcance internacional que
marca un precedente mundial y podría influir en los próximos recursos que se
presenten alegando el cambio climático como causante de violaciones del derecho
a la vida. La información de AI previene de que las islas del Pacífico serán
los primeros países afectados por problemas de migración debidos al cambio
climático: “La altitud de las tierras en países como Kiribati o Tuvalu no pasa
de uno o dos metros sobre el nivel del mar. La población e esos lugares está
expuesta a graves consecuencias debidas a la crisis climática, incluido el
acceso restringido a tierras habitables, al agua dulce y a algunas actividades
de subsistencia”.
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