“Un trágico fresco sobre la vileza con que algunos hombres ceden a sus instintos menos nobles” (Xavier Leherpeur, L’Obs).
“El profesor de esgrima” (Une affaire d’honneur”), la úlltima película del actor y realizador suizo de origen español Vincent Perez (“Fanfan la tulipe”, “Indoniche”, “La reina Margot”, “Cartas de Berlín”, “Cyrano de Bergerac”), autor también del guión junto a su mujer Karine Silla (“Un baiser papilon”), tiene un elenco casi coral encabezado por Roscdy Zem (“Cuenta atrás”), Doria Tillier (“Fumar provoca tos”), Damien Bonnard (“los Miserables”), Guillaaume Gallienne (“Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!”) y Doria Tillier (Monsieur et Madame Adelman”, “El origen del mal”) además del propio director.
“Toda mi esperanza está depositada en la espada” decía
Carlos III, Duque de Bourbon. Como el famoso duque, en 1887 en un París en
ebullición que ha perdido la guerra con Alemania, ha destronado a Napoleón III,
ha pasado por la experiencia de la Comuna y está estrenando la República , cuando los duelos estaban prohibidos por ley
pero el imaginario colectivo pensaba que solo un duelo podía “salvar el honor”,
el coronel Berchère (Vincent Perez) –un
hombre violento, obsesionado por el honor y dispuesto a sacar la espada por el
menor motivo- tiene que batirse en duelo
con Clément Lacaze (Roscdy Zem), un carismático maestro de esgrima
taciturno, quien se ve atrapado por la espiral
de violencia que reina en el ambiente.
En realidad, son dos maneras de concebir el mundo las que están en
cuestión. Lacaze conoce a Marie-Rose
Astié (Doria Tillier), una feminista adelantada a su tiempo, a la que enseña el
arte del duelo. Juntos se enfrentarán a las provocaciones, tendrán que defender
su honor y harán valer la necesidad de
igualdad.
En una
vuelta de tuerca más al cine de capa y espada –en este caso sin capas “porque
no hay mosqueteros”, con “sobretodos”, que es como llamaban entonces a los
abrigos- que tanto disfrutamos en la infancia, Vincent Perez rinde en “El
profesor de esgrima” un homenaje al arte del duelo, arcaica manera de solventar
las cuestiones “de honor” que –en sus distintas
versiones, con florete, a espada o con pistola- tenía sus propias reglas muy estrictas,
como la elección del lugar, la modalidad, o el nombramiento de los padrinos que
no solo acompañaban al duelista hasta “el campo del honor” (que podía ser un
hermoso paisaje o una cuadra en la que escapar a la presencia vigilante de la
policía); también se hacían cargo de él si en la contienda resulta herido, o si
moría.
“Todo está basado en personajes que existieron
realmente –ha explicado el director-,
salvo el maestro de armas que es un compendio de varios personajes: se
llama como el profesor de esgrima que tuve en el Conservatorio, pero encarna la
imagen del Marvel de la época, los maestros de armas eran héroes (…) Encuentro
fascinante ese periodo que habla de un mundo que estaba cambiando, como el de
hoy. Encontré muchas similitudes, ecos, resonancias con nuestra época. En aquel
momento celebraban la llegada de la electricidad, hoy es la inteligencia
artificial (…) A finales del siglo diecinueve estaban en los albores del feminismo
que también estaba cambiando el mundo. Todo eso es lo que me fascinó”
De hecho, de todos los personajes, el más sugestivo
es el de la mujer, Marie-Rose Astié de
Malseyre (Doria Tillier) luchaba por los derechos de las mujeres, entre ellos
el de poder llevar pantalones ya que « los vestidos estorbaban
considerablemente los movimientos », recordando que fueron varias las
mujeres que perdieron la vida, enredadas en sus faldas, en el incendio de la Opera Cómica de París, el
25 de mayo de 1887.
Marie-Rose Astié –ha revelado el realizador- “se
había batido realmente en suelo, pero nunca contra un hombre. Se batía con
mujeres y la prensa hablaba mucho de ella, considerándola ‘loca’. El ambiente
era muy machista (lo mismo que era muy antisemita). Ella estaba sola contra todos, había algo de
heroico en ella que era también poetisa, cantaba y componía música ».
Película espectacular, detallista y bastante pedagógica, « El
profesor de esgrima » (1) entronca con la actualidad en el cuestionado
asunto del « honor », constantemente objeto de querellas judiciales,
sobre todo desde la implantación de las redes sociales: “Hoy –recuerda Vincent
Perez- resulta extremadamente difícil defender el honor. Atacan nuestra
reputación y parece que no tiene importancia. Lo interesante de la época en que
transcurre la película es que, al final del combate, no había perdedor. Se
aceptaba la situación y el problema quedaba solventado. La idea de venganza no
entraba en los códigos del duelo”.
(1) « El profesor de esgrima se podrá ver en las
pantallas madrileñas a partir del próximo viernes 24 de enero de 2025.
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