Alexei Navalny, muerto en la cárcel
Tras una semana reclamando el
cuerpo de su hijo Alexei Navalny, finalmente las autoridades rusas han accedido
a entregárlo a su madre, Liudmila Navalnaia,
según ha informado a la prensa internacional un miembro del equipo del “enemigo
número 1 de Putin”, fallecido repentinamente el pasado 16 de febrero de 2024, en
la colonia penitenciaria del Artico donde se encontraba cumpliendo una condena
de 19 años por “extremismo”.
Hasta
ahora, las personas cercanas a la familia, así como los miembros de su
equipo, aseguraban que responsables de
la institución penitenciaria estaban presionando a la madre de Navalny para que
accediera a enterrarle en secreto. Kira Iarmich, portavoz de la familia, ha manifestado
en X su agradecimiento a las decenas de personalidades rusas que, en los
últimos días, han pedido a las autoridades que devolvieran el cuerpo, entre los
que se encontraban el Premio Nobel de la Paz y periodista Dmitri
Mouratov, el realizador Andreï
Zviaguintsev, el escritor Viktor Chenderovitch y Nadejda Tolokonnikova,
integrante del grupo contestatario Pussy
Riot y militante anti-corrupción.
"Cuesta tener que decir esto
en un país que se considera cristiano, pero devolved a Liudmila Ivanovna (La
madre de Navalny) el cuerpo de su hijo », escribió Dmitri Muratov, redactor
jefe de la publicación independiente Novaya Gazeta.
“Putin ha tenido
miedo de Navalny muchas veces durante su vida, y Putin tiene miedo de Navalny
después de su muerte; tras matar a Navalny sigue temiéndole”, dijo el escritor
Chenderovitch, a quien Moscú incluye en su lista de “agentes del extranjero”
por sus críticas contra la invasión de Ucrania.
La
sombra de Putin es alargada
Alexey Navalny es solo la penúltima de las víctimas
que va dejando tras de sí el dictador Vladimir Putin desde que accedió por
primera vez al gobierno de la Federación de Rusia, hace ya más de veinte años,
en 2000. Ahora, en su segundo mandato consecutivo desde 2012, se encuentra en vísperas de una elección presidencial
prevista para el próximo mes de marzo.
La última de sus víctimas es el joven de 28 años Maksim Kuzminov, piloto
del ejército ruso que la policía española encontró, acribillado a balazos, el
21 de este mes de febrero en un parking subterráneo de la localidad alicantina
de Villajoyosa.
Enviado a combatir en Ucrania, Kuzminov desertó el
pasado mes de agosto, entregando el helicóptero que pilotaba al ejército
ucraniano. El joven piloto declaró haber cambiado de campo porque estaba en
contra de la guerra que Rusia tiene declarada a Ucrania, y aseguró que el
gobierno de Ucrania le había prometido medio millón de dólares, una
documentación nueva y protección para su familia, que ya se encuentra fuera de
Rusia.
Kuzminov recibió
amenazas de muerte en los medios rusos después de que los servicios secretos
ucranianos revelaran detalles de su deserción, y el director del Servicio ruso
de inteligencia Exterior (SVR), Serguei Narychkine, declaró en el diario
oficial Pravda que el piloto era “un cadáver moral”.
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