En Internet, se venden camisetas como esta
El pasado jueves, 20 de mayo de 2021, el presidente
estadounidense Joe Biden firmó el decreto de promulgación de la “Covid-19 Hate Crimes Act” (Ley contra los
delitos de odio Covid-19 cuyo objetivo es acelerar el tratamiento de los casos
de violencia racista, dar la necesaria publicidad al problema y ayudar a los
estados y colectividades locales a combatirlos mejor. “El odio –escribió ese
día Biden en su cuenta de twitter- no puede tener lugar en Estados Unidos y me
comprometo diciéndolo claramente al firmar esta ley”.
Ante el aumento de este tipo de delitos, muchos estadounidenses de origen
asiático temen ahora por su seguridad. Según el diario digital Huffington Post,
desde la aparición de la pandemia del coronavirus, en Estados Unidos cada vez es más visible el racismo contra las
personas de origen asiático que representan alrededor del 5,9% de la población del
país. La asociación “Stop AAPI Hate” , una ONG que combate la xenofobia contra
los estadounidenses de origen asiático. ha recogido más de 6.600 testimonios de agresiones a
personas de origen asiático entre marzo de 2020 y marzo de 2021; algunos tan
terribles como los tiroteos, el 16 de marzo pasado, en tres salones de masajes
de Atlanta, en los que perdieron la vida seis mujeres de origen asiático,
cuatro de ellas coreanas, por las que el presidente Biden ordenó que las
banderas ondearan a media asta el 18 de marzo.
Poco después,
se difundió un vídeo de la agresión particularmente violenta que sufrió una
sexagenaria de origen asiático en Nueva York. Unos sucesos que han llevado al
gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, a decir que este tipo de
violencia se ha convertido “en una epidemia en el estado, y en el país”.
A raíz de estas agresiones, en los barrios de San Francisco,
ciudad que cuenta con un 35% de
población asiática, han empezado a aparecer patrullas de policía que
vigilan día y noche. “Nadie debería tener que vivir con temor a causa de su
origen o de su raza”, ha dicho el alcalde London Breed.
Igual que en California, la seguridad se está
reforzando en los barrios chinos de distintas ciudades, de Chicago a Nueva
York, con el objetivo de tranquilizar a los estadounidenses de origen asiático
que han empezado a adornar sus ventanas con pancartas y banderolas con el lema
“Asian Lives Matter” (una reproducción de las que llevaban el lema “Black Lives
Matter” tras el asesinato del ciudadano negro Georges Floyd, asfuxuado por la
rodilla de un policía que estuvo apretando su garganta durante más de 8 minutos),
y a escribir en sus redes sociales “I am not a virus” (Yo no soy un virus).
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