A partir de la década de 1970 las grandes figuras del jazz -que habían conocido días de gloria, vino y rosas en los ’50 y habían estado prácticamente ignoradas en los ’60, desplazadas de las productoras y las emisoras de radio a causa de la revolución musical del pop y el rock- empezaron a abandonar este valle de lágrimas. Primero fue Louis Armstrong (1971), después Duke Ellington (1974), Charles Mingus(1979)… y ya en décadas siguientes Thelonius Monk, Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Count Basie, Benny Goodman, Chet Baker, Miles Davis, Tete Montoliu, Ella Fitzgerald…
Ahora,
a los 79 años, se ha marchado Chick Corea, una de las últimas leyendas de un
género ignorado por las nuevas generaciones pero seguido con una fidelidad a
prueba de bomba por los incondicionales.
Pionero
en la utilización de instrumentos electrónicos en un género que ha sido capaz
de mantener su identidad durante un siglo, el pianista estadounidense que ganó
nada menos que 23 Grammy Awards se ha despedido en su página de Facebook con un
mensaje que escribió antes de morir y que se ha convertido en su epitafio:
“Quiero agradecer a todos los que, a lo largo del viaje, ayudaron a hacer
brillar el fuego de la música. Espero todos cuantos sientan la necesidad de
tocar, escribir o crear espectáculos, puedan hacerlo no solo para ellos mismos,
sino para todos nosotros. Y no solo porque el mundo necesita artistas, sino
porque de ese modo es mucho más divertido”.
Nacido
en Massachusetts, hijo de un italiano trompetista de estilo Dixieland, Chick
(Armando) Corea aprendió piano desde niño y a los 11 años tocaba también la
batería. En una entrevista realizada en 2019 contó que había decidido
convertirse en un rofesional de la música cuando “escuchó a Miles Davis y John
Coltrane interpretar ‘Las hojas muertas” en el mítico Birland Jazz Club” de
Nueva York.
“Captain
Marvel” con la banda de Stan Getz en 1972- https://youtu.be/n7oo8EopEJ0
Contratado en la
banda del saxofonista Stan Getz, grabó su primer álbum en 1960 y en el ’68
actuó junto a Miles Davis en Baltimore, reemplazando a Herbie Hancock, y junto
a él siguió imaginando un jazz espontáneo en elk que cada miembro de la banda
hace su propia interpretación de los temas. Juntos grabaron varios álbumes y entre
ellos “Britches Brew”, considerado el primer disco en que el jazz se abre a la
fusión con otros estilos musicales y cuya canción “Spain”, que comienza con un homenaje al
“Concierto de Aranjuez” del maestro Rodrigo, terminó por convertirse en un standard. En 1968 publica otro álbum de referencia del jazz
moderno, « Now He Sings, Now He Sobs », junto al bajista Miroslav
Vitous y el bateríia Roy Haynes.
“Spain”
del álbum “Britches Brew” junto a Miles Davis- https://youtu.be/sEhQTjgoTdU
A
partir de entonces a Chick Corea se le considera el padre del Jazz Fusion y durante cinco décadas experimentó la mezcla de
jazz con rock, funk y Rhytm and Blues en el grupo que fundó en 1972 con el
nombre “Return to Forever. La segunda versión del grupo –con el bajo Stanley
Clarke, el batería Lenny White y el guitarrista Al Di Meola- lleva a primer
plano el género jazz-rock, que también practicaron la Mahavishnu Orchestra y
Weather Report, influyendo de manera evidente en muchas de las bandas de rock
de aquella década luminosa.Para el guitarrista británico Vernon Reid, fundador
del grupo Living Colour, “Corea cambió el paisaje. Dominó todas las escuelas.
Fue un músico alucinante”
Después
y hasta el final, Chick Corea encadenó
álbumes, conciertos y proyectos. El último disco, un álbum en solitario y en
directo que lleva el título “Plays”, salió no hace todavía un año. En esa
ocasión declaró al New York Times: “He observado que la música estimula lo que
es natural en cada uno de nosotros, No es necesario ser un profesional, basta
ser un humano vivo y abierto al juego y a la imaginación”.
Aparte
de la ya mencionada “Spain”, sus interpretaciones de “500 Miles High”, “Crystal
Silence” o La fiesta” son auténticos clásicos. Chick Corea, que siempre
reivindicó las raíces latinas de su música, también dominaba el lenguaje de los
clásicos y en muchas ocasiones improvisó en los escenarios con piezas de Bela
Bartok, Chopin o Scriabine.
“500 Miles High” con la voz de la brasileña Flora Purim: https://youtu.be/UD21FG2Nmcw
En
los últimos meses, cuando la mayor parte de la humanidad estaba confinada,
Chisk Corea ha tocado cada noche desde su estudio personal, en directo y
transmitido por Facebook, para el millar de internautas que le han seguido en
los cinco continentes, lo que llamaba “sesiones de prácticas”, que comenzaban y
acababan con un toque de gong, hacía ejercicios y reflexionaba en voz alta
siempre improvisando sobre temas de Bus Powell, Jobim, Mozart o Chopin
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