Acción de Greenpeace en Cattenom |
El
tribunal correccional de Thionville ha
condenado a ocho militantes –dos mujeres y seis hombre de entre 28 y 58 años- y
un dirigente de Greenpeace ,que en
octubre de 2017 ocuparon la central nuclear de Cattenom, a penas que van desde
cinco meses de cárcel con el cumplimiento en suspenso hasta dos meses de
prisión incondicional, por "intrusión
en reunión con degradación en el recinto de una instalación civil que gurda
materias nucleares”. Al director general de la ONG, Jean-François
Julliard, le han condenado a pagar una
multa de 22.000 euros, según la información publicada por el digital francés
Huffington Post.
Los
militantes de la organización ecologista que deberán ingresar en prisión son
dos activistas que ya fueron anteriormente condenados por ocupar otras
centrales nucleares y que, en esta ocasión, dispararon un fuego de artificio
desde el interior del recinto, para evidenciar
los fallos de seguridad que tienen esos lugares. Entre los seis restantes se
encuentra Yannick Rousselet, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace,
acusado de complicidad.
Para Julliard, se trata de una condena
“particularmente injusta para personas que lo único que han hecho es alertar
sobre un riesgo nuclear (…) Greenpeace asume la organización, el desarrollo y la comunicación de esta
acción. Llevar a cabo una acción ilegal como ésta no es el objetivo de nuestra
organización, pero nuestro deber nos obliga a encontrar la mejor manera de
crear un debate público”. Para la
fiscalía, “Greenpeace rebasó la línea roja” al saltarse un cierre
y dos alambradas.
En la madrugada del 12 de octubre de
2017 fueron detenidos los ocho activistas
de Greenpeace en el interior de la central nuclear, donde se habían
introducido “para alertar sobre la vulnerabilidad de las instalaciones
nucleares” y desde donde dispararon un fuego de artificio cerca del edificio
donde se encuentra la piscina del combustible.
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