Apocalipsis de la historia reciente
“…eres
desierto y mar y todo lo que es misterio”
En Paris, “el
mejor de los exilios” según Etienne Roda-Gil -letrista de muchas y muy
buenas canciones francesas, hijo de exiliados republicanos españoles, anarcosindicalista y libertario-,
el 20 de abril de 1970 se suicidó el escritor judío rumano, naturalizado
francés, Paul Celan (un “nom de plume” que era el anagrama de su apellido
rumano, Ancel), considerado por muchos historiadores como “el mayor poeta en
lengua alemana de la posguerra”. Se arrojó al Sena desde el puente Mirabeau. Le
faltaban unos meses para cumplir 50 años. El cuerpo, que apareció el 1 de mayo,
fue enterrado en el cementerio de Thiais. Su padre había muerto de tifus en
1942 en el campo de internamiento de Transnitria donde, según algunos testimonios,
a su madre la asesinaron de un tiro en la nuca. Un año después, él mismo iría a
parar a un campo de trabajos forzados en Moldavia, de donde le liberó el
ejército ruso en 1944.
Bucarest, Viena y finalmente París. Izquierdista sin
carnet, traductor y editor, poeta y lector de alemán, cofundador de revistas de
vanguardia, acusado de plagio por una esposa que le odiaba y a la que escribió
más de 700 hermosas cartas (publicadas en 2001), su vida –centrada en la
experimentación de una poesía hermética y simbólica, a la manera de Baudelaire
y Rilke, “marcada, más allá de su aparente hermetismo, por la experiencia de la
muerte y el exilio”- fue también un entrar y salir de los psiquiátricos, un
paseo permanente por los textos de Shakespeare, Cocteau, Michaux, Mandelstam,
Ungaretti, Pessoa, Rimbaud, Valéry, Char, Cioran… hasta más de un centenar de
autores, traduciendo para comer.
Pero su vida fue también el amor y la obsesión por
Ingeborg Bachmann, poeta y novelista austriaca a la que conoció en 1948, en la
Viena todavía ocupada por las tropas aliadas (para una idea más precisa,
digamos que la Viena de El tercer hombre,
la magistral película dirigida por Carol Reed con dos monstruos de la
interpretación: Orson Welles y Joseph
Cotten), doctora en filosofía con una tesis sobre el existencialismo en Martin Heidegger,
hija de un director de escuela protestante y afiliado al Partido
Nacionalsocialista austriaco voluntario cuando la invasión de Polonia, afiliada
al Grupo 47 de intelectuales, cuya misión
era “liberar a los hombres de las
palabras ensuciadas por los nazis y ayudarles a escribir un nuevo mundo”. Utopía
que compartió también con el escritor suizo Max Frisch durante los cuatro años
(1958-1962) que vivieron juntos entre
Frankfurt y Roma, ciudad en la murió el 17 de octubre de 1973, a los 47 años,
abrasada en el incendio de la habitación de su hotel.
Estableciendo un paralelismo entre la pasión de
estos dos seres excéntricos y la relación amorosa y cuasi filial entre los
narradores de la historia –también dos tocados por la tragedia, supervivientes
del bombardeo de Alcañiz efectuado por los aviones italianos en 1938; el exilio
de Tristán y su paso por Auschwitz, la lealtad de Alma anclada en Teruel: “Al escribir sobre Celan y Bachmann, a través
de las palabras y los sentidos, nosotros hablamos de España, porque tampoco
Auschwitz es un pasado extinguido ni los crímenes y holocaustos cesaron con el
cierre de aquellos campos de exterminio”- Andrés Sorel ha construido una
novela en la que “la memoria histórica
de la mayor tragedia conocida por la Humanidad se mezcla con la evocación del
amor-dolor de dos seres excepcionales.
La suya es una historia de encuentros y
desencuentros –hechos de amor, pasión, erotismo- muchas veces desesperados, a
veces salvajes, siempre intensos. “Aposté
todo a una carta y he perdido”, escribiría Ingeborg en los “años de los
psiquiátricos”. Un diálogo poético y pasional entre dos seres que parecen, a la
vez, tan cercanos y tan extraños.
En el camino se cruzan otros personajes decisivos en
la literatura y el pensamiento”, personajes que en esos años de posguerra
recorren Europa, recalando primero en Viena y después en París, las dos
sucesivas capitales de la intelligentsia del
siglo XX. La correspondencia entre Celan y Bachmann se editó en Alemania, en
2008, con el título Herzzeit (El tiempo del corazón).
…
y todo lo que es misterio
Andrés
Sorel
Akal
Literaria
ISBN: 9788446041580
288
páginas, 18 €
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