(Este
documento elaborado en vísperas electorales, obra de dos intelectuales, que está recogiendo adhesiones de
profesionales europeos de distintos sectores, fue publicado inicialmente en el
digital de actualidad griega Okeanews, el 28
de agosto de 2015).
« Greece
was not reformed, it was deformed » (Grecia no ha sido reformada sino
deformada, Yannis Vaorufakis).
Preámbulo
Este llamamiento a las fuerzas sociales y
políticas griegas, al contrario que algunas “instituciones” que pretenden
dictar a Grecia y su gobierno lo que debe hacer , y como deben hacerlo, lo
hacen los firmantes en el más absoluto respeto a las orientaciones que decidan el
pueblo griego y sus representantes electos.
Ciudadanos de todos los orígenes sociales y
políticos, griegos y no-griegos de diferentes países europeos, conscientes de
que lo que compartimos es más fuerte que lo que nos separa, nos declaramos
dispuestos a movilizar nuestras competencias y nuestra experiencia al servicio
de Grecia. Estamos dispuestos a elaborar los métodos y las herramientas
necesarias para la definición y la puesta en marcha del proyecto de desarrollo
que Grecia necesita imperativamente.
La democracia burlada, la
economía arruinada
Ahora, al pueblo griego se le niega el derecho
a disponer libremente de su futuro. Se ha pisoteado al Parlamento y el gobierno
se ve obligado a aplicar un programa en el que no cree.
Según la declaración de la cumbre de la Eurozona
del 12 de julio de 2015, “El gobierno (griego) tiene que consultar a las
instituciones y convenir con ellas cualquier proyecto legislativo en los
terrenos concernidos, y con un plazo apropiado antes de someterlo a consulta
pública o al Parlamento”.
Una vez más en la historia del país se ha
consumado claramente la puesta de Grecia bajo tutela.
El tercer memorandum, ratificado por el
Parlamento sin posibilidad de examinarlo realmente, impone al país una nueva serie de medidas de
austeridad (aumento del IVA, disminución de las pensiones, rebajas en los gastos públicos, etc.). Y eso
sin que esté asegurado el mantenimiento
del país en la zona Euro, pagado a un precio exorbitante.
Dentro de algunas semanas, o algunos meses,
se va a producir una recesión agravada y los griegos no podrán hacer otra cosa
que intentar sobrevivir refugiándose en la economía “negra” o paralela, para
escapar al aumento de la presión fiscal en un contexto de reducción de sus
ingresos.
Entonces, los acreedores y las instituciones
(cuyo poder normativo se ha reforzado sensiblemente en detrimento del
parlamento griego) atacarán a las autoridades griegas por no respetar sus
compromisos (excedente presupuestario primario, privatizaciones) y plantearán
nuevas exigencias. De nuevo, y sin respiro, amenazarán al gobierno, cualquiera
que sea su color político, con no concederle las sumas previstas si no adopta
nuevas medidas de austeridad. El engranaje sin fin triturará el cuerpo social
griego y su economía, obligando a los jóvenes del país (con frecuencia,
altamente cualificados) a optar por un exilio que no desean.
La deuda, principal vector de servidumbre,
solo podrá aumentar. En el mejor de los casos, los nuevos préstamos concedidos
en el marco del tercer plan “de ayuda”, no servirán más que para que la deuda
ruede mejor, hundiendo a Grecia en la espiral infernal del sobre-endeudamiento
mediante el juego de los intereses y la bajada del PIB. Por otra parte, en un
documento del 14 de julio, el FMI indica que, en los dos próximos años, el endeudamiento del estado griego debería
alcanzar el 200%.
En resumen, lo que se impone a Grecia es una
pérdida de soberanía, el regreso a Atenas de la Troika y sus “hombres de negro”,
una austeridad y una recesión agravadas.
Al final, el peligro es que el partido de extrema
derecha Amanecer Dorado se presente, antes o después, como la única fuerza
política con un proyecto alternativo para la sociedad griega. De producirse,
esta desastrosa salida sería la consecuencia se la continuidad de las políticas
antisociales. Desgraciadamente hay que constatar que el actual gobierno,
elegido sobre la base de su ruptura con la austeridad y las prácticas
antidemocráticas y anticonstitucionales, ha hecho que se probara un tercer
memorandum que equipara Grecia a una colonia privada del derecho a la
autodeterminación.
¡El futuro de Grecia se
escribirá en Grecia!
Nosotros afirmamos que ninguna institución
internacional (BCE, Comisión Europea, Eurogrupo, FMI), ningún estado, puede
dictar al pueblo griego la conducta que debe seguir. La soberanía de Grecia,
como la de cualquier otro estado, no es negociable, no puede estar sometida a
condiciones.
Recordamos la resolución del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU del 23 de abril de 1999, según la cual “el ejercicio
de los derechos fundamentales de la población de los países deudores a la alimentación,
la vivienda, la ropa, el empleo, la educación, los servicios de salud y un
medio ambiente saludable no puede estar subordinado a la aplicación de
políticas de ajuste estructural y reformas económicas ligadas a la deuda”.
Detener la decadencia, garantizar el
desarrollo económico y social
La aplicación del tercer memorandum arrastra
a Grecia a la pendiente de la decadencia y al abdicación de su soberanía. Tanto
si Grecia continua siendo miembro de la zona Euro, como si sale de ella, es
probable que, en los próximos meses y años,
el cuerpo social griego se vea sometido a duras pruebas. El aumento de
las desigualdades producirá efectos muy visibles con el aumento de la gran
pobreza, mientras que los ricos no se verán afectados e incluso podrán beneficiarse
de la crisis comprando activos cedidos por el estado, o las empresas y familias
que se vean en grandes dificultades. El riesgo de desarticulación puede y debe
ser conjurado. Promover un desarrollo diversificado de las capacidades
productivas y, simultáneamente, la democracia constituye el único medio para
evitar las deletéreas derivas de la economía paralela, negra o mafiosa,
resultante de las decisiones impuestas a Grecia.
Frente a tan funesta perspectiva consideramos
indispensable la creación de un proyecto de desarrollo de la capacidad
productiva del país que, desde nuestro punto de vista, debe guiarse por cinco
principios:
- Recuperar la soberanía política y económica del país,
- Desarrollar la democracia en todos los aspectos de la vida política, económica y social,
- Responder a las necesidades fundamentales del pueblo griego, revalorizando el trabajo y las competencias de todos,
- Proteger la naturaleza y, más generalmente, todos los bienes comunes,
- Favorecer el desarrollo de los territorios y las economías de proximidad.
Sobre la base de estos principios, el desafío
está en desarrolar la
industria y la agricultura griegas en su conjunto sacando partido de las nuevas
tecnlogías: apoyo a las actividades agrícolas y
agroalimentarias (agricultura biológica y “razonada”, etc.), a la actividad de
renovación de viviendas (utilización de nuevos materiales, etc.), a la
promoción de la economía de la energías (redes inteligentes, aislamiento, etc.)
y de las energías renovables (eólica, fotovoltaica, etc.), de las industrias
relacionadas con la salud (biotecnología, nanotecnologías, etc.) , del sector
textil-confección (nuevos materiales, textiles técnicos, etc.), se los
materiales de transporte (vehículos pequeños limpios eléctricos o híbridos,
transportes colectivos económicos, etc.), , de la construcción/reparación naval
(nuevas modalidades de propulsión, etc.), etc.
Un modelo de desarrollo para Grecia no puede apoyarse en una visión monista basada
únicamente en la iniciativa privada, ni solamente en la propiedad pública, ni
tampoco exclusivamente en la economía social y solidaria. El nuevo modelo de desarrollo de
Grecia se debe basar en la diversidad de las formas de economía combinando las
iniciativas privadas, un sector público renovado y un sector terciario eficiente.
Finalmente, este modelo debe basarse en la
complementariedad organizada de tres orientaciones:
- La primera concierne a las actuaciones que hay que poner en marcha revalorizando nuevas formas de empresariado, así como formas colectivas innovadoras de organización económica y social: sectores, agrupaciones de pequeñas y medianas empresas, proyectos colaborativos, etc.
- La segunda se refiere a actuaciones tendentes a desarrollar solidaridades económicas y sociales, preferentemente territoriales. Este tipo de actuación se sitúa en una perspectiva de economía social y solidaria: sistemas de intercambios localizados, bancos de tiempo, circuitos cortos, economía circular, etc.
- La tercera orientación, que articula las dos primeras, está destinada a desarrollar redes productivas territorializadas: clusters (*) de diferentes tipos asociando empresas de diferentes tamaños a universidades y/o establecimientos de enseñanza técnica, que se dediquen tanto a actividades llamadas tradicionales como de alta tecnología.
Emprendiendo sin demora el proyecto de un
nuevo modelo de desarrollo diversificado, basado en nuevas formas de democracia
y de implicación de las fuerzas sociales es como Grecia podrá finalmente salir
del estado de doble dependencia –política y económica- en que se encuentra:
dependencia de las “instituciones” y de las formas tradicionales del ejercicio
de la política, y dependencia económica ligada a sus importaciones y
financiaciones externas.
Nuestro llamamiento a las fuerzas
sociales y políticas griegas
Grecia fue la cuna de la democracia. Para
algunos, la « crisis griega » ha puesto de manifiesto todas las
limitaciones del actual funcionamiento de la zona Euro, y la rémora de
autoritarismo y austeritarismo que
genera. Para otros no ha hecho más que confirmar el carácter destructor de las
disfunciones ligadas a la propia naturaleza de una moneda única entre economías
diferentes, y hasta qué punto aumenta las divergencias. Tanto si se cree en la
posibilidad de una reforma de la esa zona, finalmente favorable al desarrollo,
como en su inevitable y saludable desaparición, si es posible de manera
ordenada, el porvenir de Grecia, en el que todos, griegos y no griegos, estamos
dispuestos a colaborar, es de crucial importancia para todos los europeos.
Creemos que la esperanza suscitada por la
victoria de Syriza en las elecciones del pasado enero, así como el resultado del
referendum de julio, son el signo de una inmensa necesidad de cambio que no se
para en las fronteras de Grecia. Nosotros, tanto griegos como no-griegos,
estamos dispuestos a implicarnos para ayudar a las fuerzas sociales y políticas
que quieran elaborar un proyecto de desarrollo viable. Un proyecto que es
indispensable para Grecia, tanto si sale de la zona Euro como si permanece en
ella. Y que constituya una primera respuesta contra una Europa dominada por los
mercados financieros que ahogan la producción, así como por las fuerzas
políticas actualmente en el poder en Alemania,
que empujan a ese país a comportarse de manera hegemónica. En efecto, a
lo largo de las negociaciones con el gobierno griego, algunos responsables
políticos alemanes han demostrado que no dudan en servirse de la potencia
económica de su país para avasallar a
los gobiernos de otras (en particular cuando pretenden elegir una vía política
que no es la suya), e incluso para cuestionar las propias instituciones
europeas (la Comisión Europea).
Llamamos a las autoridades griegas
actuales y futuras a no aceptar un que se encierre la
política económica y social en una lógica financiera, que estaría dictada por
el pago de la deuda y la reducción del déficit. Esperando que nos escuchen a
pesar de las concesiones aceptadas, pedimos a las autoridades griegas que ahora
se pongan al servicio del movimiento popular y organicen urgentemente unos “Estados
Generales del Desarrollo” (**), que reunirían a las fuerzas sociales del país
con el fin de trazar la perspectiva general y los grandes ejes del proyecto de
desarrollo que Grecia necesita.
Llamamos sobre todo a las fuerzas vivas
del país para que lo antes posible se impliquen en la
elaboración de este proyecto de desarrollo, asegurando el futuro del país y de
su juventud. Deben crearse o dinamizarse nuevas formas de organización política
y social que permitan movilizar a las fuerzas sociales que no lo han hecho en
los últimos meses. Solo un impulso y una amplia movilización popular serán
capaces de liberal el potencial fuerte, creativo y multiforme, sin el cual nada
será posible.
Finalmente, pedimos a las fuerzas
progresistas griegas que aprovechen la próxima cita electoral para debatir el
desafío que supone un proyecto de desarrollo que articule democracia,
innovación y producción.
Gabriel Colletis, Profesor en la Universidad
de Toulouse 1-Capitole
Ioannis Margaris, Doctor en Energía y tecnología de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA), Post-Doc (DTU)
Ioannis Margaris, Doctor en Energía y tecnología de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA), Post-Doc (DTU)
(*) Un cluster es un grupo de
empresas e instituciones que forman parte del mismo sector de actividad y que
están implantadas en un territorio, o localizadas geográficamente, lo que les
permite beneficiarse de las ventajas competitivas, gracias entre otras cosas a
las “externalizaciones” (definición que da la Delegación Interministerial para
el acondicionamiento del territorio y la
atractividad regional, DATAR, servicio dependiente del Primer Ministro
francés).
(**)
Evidente clara referencia a los Estados Generales que Luis XIV se vio obligado
a convocar en Versalles, los días 4 y 5 de mayo de 1789, ante la catastrófica
situación política y financiera francesa; fue la última ceremonia del Antiguo
Régimen y el inicio de la Revolución Francesa.
Para firmar el llamamiento
Basta enviar un correo a la dirección <http://unavenirpourlagrece.com/, indicando “yo firmo “y precisando , si se desea, el título o la función.
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