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Al-Sissi, el dictador egipcio |
El
presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi
ratificó el 16 de agosto de 2015 una nueva ley antiterrorista que, entre otras
cosas, establece penas graves para los
periodistas que publiquen informaciones distintas de la versión oficial en caso
de atentados. Las penas pueden llegar hasta la prohibición de ejercer durante
un año. La ley, cuyo objetivo oficial es
crear tribunales especiales para dar protección jurídica los miembros de las
fuerzas del orden, establece un abanico de condenas para las actividades
terroristas, que van desde cinco años de cárcel a pena de muerte.
La que
afecta a los periodistas es, según el canal europeo Euronews, la medida más polémica
de la nueva ley y en El Cairo las opiniones están divididas. Para el periodista
Ayman Fayed, “la crítica periodística es legítima pero, por otra lado, el
Estado necesita leyes como ésta para combatir el terrorismo”; sin embargo, para el experto en medios de
comunicación Omar Hosni “Terrorismo es un término muy amplio que permite
limitar enormemente la libertad de prensa. La ley debería dar una
interpretación más clara y precisa de la palabra terrorismo, sin restringir las
libertades”. Para la corresponsal del canal France 24 en Egipto, Assia Shihab, "la
noción de terrorismo es muy vaga…Todos los opositores del régimen, no sólo los
islamistas, son víctimas de la represión que ejerce el poder”.
En caso
de condena, los periodistas –tanto nacionales como extranjeros- pueden tener
que pagar multas de hasta 60.000 euros (en un país donde el salario medio de un
informador no llega a los 500 euros), y en el peor de los casos no poder
ejercer su profesión durante un año, en caso de publicar “informaciones falsas”.
Las restricciones conciernen también a los usuarios de redes sociales y a las
voces discordantes de la oposición.
Para la
mayoría de los periodistas egipcios, la promulgación de esta ley lo que hace es
“llover sobre mojado”. Según el Comité
para la protección de los periodistas, nunca fue tan elevado como ahora el
número de periodistas encarcelados en Egipto : actualmente hay dieciocho
entre rejas, la mayoría acusados de pertenecer o simpatizar con los Hermanos
Musulmanes, como los tres reporteros del canal qatarí Al Jazeera juzgados en
julio de 2015: el australiano Peter Greste, el canadiense Mohamad Fahmy y el
egipcio Baher Mohamed están acusados de “difundir informaciones falsas”, apoyar
a la hermandad islamista y “terrorismo”; en primera instancia les condenaron a
penas de entre 7 y 10 años de cárcel, y para finales de agosto se espera la
sentencia de la apelación.
En los
últimos años, en Egipto han detenido a decenas de miles de personas por
oponerse al régimen autoritario de Al-Sissi; cientos de ellas han sido
condenadas a muerte, en procesos expeditivos calificados por la ONU como “sin precedente
en la historia moderna” del mundo.
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