
También participarán el compositor
Philipp Glass, que colaboró con Cohen en una adaptación de sus poesías, Wesley
Schultz y Jeremiah Fraites, miembros del grupo de folk The Lumineers, y el
músico de Montreal Patrick Watson. Durante el concierto se grabará un
documental, cuya presentación al público está prevista para 2018.
"Antes de morir, mi padre me
dio una lista de instrucciones, entre las que figuraba que quería ser enterrado
junto a sus padres, en el cementerio judío de Montreal. Y me dijo que si
queríamos organizar algún acto en su memoria, lo hiciéramos en Montreal”, ha
dicho el hijo y colaborador del artista, Adam Cohen, de 45 años, al presentar
el concierto, que se enmarca en una semana de actos en memoria de Leonard
Cohen, a los que el gran concierto pondrá el broche final, y que incluye una
exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad , que después dará la
vuelta al mundo y la inauguración de dos enormes murales con la efigie del artista,
así como veladas poéticas y espectáculos virtuales.
La muerte de Leonard Cohen tuvo
lugar tan solo tres meses después de la de Marianne Ihlen, la danesa que fue su
pareja en los años 70 y su musa toda la vida, y a la que dedicó, entre otras, la
canción “So long Marianne”. En el último álbum, «You Want It Darker», publicado
en octubre de 2016, había varios temas en los que hablaba de la muerte. «I'm
ready, my Lord», “Estoy preparado, Señor”, cantaba en la canción que iniciaba
el disco.
Leonard Cohen tenía problemas
físicos desde varios antes; entre otras cosas, había sufrido una fractura
múltiple en la columna vertebral que limitaba mucho sus desplazamientos. En
unas declaraciones efectuadas poco antes de morir en su casa de Los Angeles,
donde alternaba períodos de esperanza y desesperación, aseguró que quería
“vivir eternamente”.
Entre los homenajes depositados
aquellos días en la puerta de su casa, todo un símbolo: una réplica del
sombrero que solía lucir en sus apariciones en los escenarios.
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