viernes, 7 de marzo de 2025

“REAS”: hay vida detrás de los barrotes

“Exponiendo los sueños de las protagonistas –más que los problemas–, Reas no se presenta ni como una película realista ni una que intenta regodearse en las tragedias de las protagonistas. Curiosamente amable, hasta optimista, es un ‘documental musical’ que se apoya en los personajes, en las amistades que conforman –eso que suele llamarse sororidad– y también en la resiliencia y la paciencia para aceptar algunas malas noticias”. (Diego Lerer, Micropsia Cine).



 “Reas”, segundo largometraje documental argentino de la directora de teatro Lola Arias (“Mi vida después, “Atlas des  kommunismus”, “Campo minado”
, “Teatro de la guerra”, Premio del Jurado Ecuménico en la Berlinale), es un interesante relato carcelario que ganó el Premio Sebastiane en el Festival de San Sebastián, donde compitió dentro de la Sección Horizontes Latinos; el Alexander de Oro a la mejor película de temática LGTBQ+ en el Festival Internacional de Salónica, el de Mejor largometraje documental en el festival de Uruguay (Atlanticdoc 2024) y diferentes galardones en  el New Fest New York’s, el Festival de Luxemburgo y el Cinelatino. Rencontres de Toulouse.

  

Yoseli tiene un tatuaje de la Torre Eiffel en la espalda y siempre ha querido viajar, pero fue arrestada en el aeropuerto por tráfico de drogas. Nacho es un hombre trans que fue detenido por estafa y fundó una banda de rock en la cárcel. Gentiles o rudos, rubios o afeitados, cis o trans, reclusos de larga duración o recién ingresados: en este musical híbrido, real y fantástico a la vez, todos recrean sus vidas en una prisión de Buenos Aires. Personas que pasaron varios años en la cárcel de Ezeiza reconstruyen sus historias de vida y también sus esperanzas.

 

“Cuando escribía la película y también durante los ensayos, nuestro mayor peligro era el ‘realismo carcelario’. Nuestra película no podía ser una de esas series que estigmatizan a la gente, que convierten la cárcel en un espectáculo de violencia”. Las palabras de la dramaturga, directora teatral y cineasta Lola Arias, publicadas en Página/12 en ocasión del estreno de su segundo largometraje en el último Festival de Berlín, disparan contra un enemigo formal y ético diáfano: los relatos genéricos de dramas tumberos que se han convertido en un género audiovisual contemporáneo.

 

Como en su anterior díptico fílmico-teatral, integrado por la película Teatro de guerra y la obra Campo minado, ambas protagonizadas por veteranos de Malvinas de uno y otro bando, “Reas” y la pieza que la acompaña sobre las tablas, “Los días afuera”, son creaciones independientes aunque complementarias. El mismo reparto de actores no profesionales (o no-actores) -Yoseli Arias, Ignacio Amador Rodriguez, Estefy Harcastle, Carla Canteros, Noelia LaDiosa- sube al escenario y habita la pantalla, En la base de todo está la fascinación de Arias por el “teatro documental”, que parte de seres humanos de carne y hueso.

 

En “Reas” las chicas y algún chico ensayan bailes en el patio de la prisión, cuentan recuerdos vitales del otro lado de los muros y sueñan con viajes al extranjero, cuando el tiempo de la condena sea cosa del pasado.

 

“Reas” comienza cuando Yoseli  ingresa en la cárcel después de ser detenida en al aeropuerto con varios kilos de drogas en la valija. Yoseli comenzará a conocer a sus nuevos vecinos, como Nacho (Ignacio Amador Rodríguez), un hombre trans con quien entabla rápidamente un vínculo cercano, y otras chicas que integran una banda de rock. Rock carcelario, parafraseando la famosa canción de Elvis. Allí también están las guardianas, mujeres rudas que, sin embargo, pueden quebrarse internamente durante alguna confidencia. Lola Arias transforma la cárcel abandonada de  Caseros, donde “Reas” fue filmada en su totalidad, en un auténtico set de filmación que es también escenario.

 

“A fin de cuentas, y más allá de las historias de dolor y violencia que se intuyen o explicitan detrás de las criaturas (cada personaje tiene su momento de revisión del pasado), “Reas” (1)  es catarsis y exorcismo, genuino arte terapéutico”.

El origen de todo el proyecto se remonta a un taller teatral que Arias impartió hace ya unos cuantos años en la cárcel de Ezeiza. Allí fue donde se dio cuenta de lo importante que era la música para las presas y de lo interesante que podría ser hacer un musical al respecto, una obra que mostrara cómo la música se convierte, en un contexto como el de la cárcel, en una herramienta de resiliencia.

(1) Se puede encontrar “Reas” en la cartelera madrileña a partir de este vienes 7 de marzo de 2025.

 

 

 

miércoles, 5 de marzo de 2025

« Grand Tour », Arte con mayúscula en un viaje que es como un sueño

« Miguel Gomes (…) con «Gran Tour» logra esa convergencia de diversas artes que van de la imagen y el sonido, a la fotografía, la música, clásica, contemporánea o popular, la literatura[1], el dibujo, la pintura, la ópera, el teatro de sombras o de marionetas, la reflexión existencial, el homenaje al cine burlesco y mudo y a la historia del cine en sus múltiples referencias e influencias; y todo ello con la magia de su puesta en escena, sus travellings, sus virtuosos movimientos de cámara y fundidos encadenados…” (Julio Feo Zarandieta, Periodistas en español)



 "Para mí, hacer cine es abrir la puerta de mi casa y partir ». Miguel Gomes, portugués  director de “Tabú” (hito del cine de autor de la década de 2010),  de la monumental “Las mil y una noches” (un compendio en tres volúmenes adaptando el clásico de la literatura homónimo) y de “Querido mes de agosto”, regresa al encuentro con los espectadores con “Grand Tour”, Mejor Dirección en el Festival de Cannes 2024 y Mejor Montaje en el Festival de Valladolid ( Seminci), un melodrama lleno de ensoñaciones, una película única que demuestra lo que es posible hacer en el cine y que pone a prueba la imaginación y la emoción del espectador. 

Entre el documental y la ficción, “Grand Tour” es un arrollador poema visual, un fascinante viaje por el sudeste asiático que se convierte de principio a fin en una obra de Arte con mayúscula, un homenaje a la belleza a través de los tiempos. 

Rangún, Birmania, 1917. Edward, funcionario del Imperio Británico, huye de su prometida Molly el día que ésta llega para casarse. Durante el viaje va recibiendo telegramas de la novia, que le sigue y le anuncia su cercanía. El pánico inicial de Edward da paso a la melancolía. Contemplando el vacío de su existencia Edward se pregunta qué habrá sido de Molly... Mientras ella, convencida de que es el hombre de su vida, decidida a casarse y al mismo tiempo divertida por el juego del novio, le sigue la pista a través de Asia en esa especie de  grand tour iniciático que muchos aristócratas británicos realizaban, por diferentes colonias  asiáticas del Imperio, en los años veinte del siglo pasado.

 

En unos países asiáticos soñados, el realizador Miguel Gomes mezcla en « Grand Tour”, su sexto largometraje -una película que inevitablemente nos remite a los orígenes del séptimo arte-, pasado y presente lo mismo que ficción y documental, blanco y negro y color, nostalgia y modernidad, y el resultado es una comedia dramática simple, sincera,  intrigante y misteriosa que recupera una forma narrativa que creíamos perdida para siempre.

Distintas voces en off que se expresan en diferentes lenguas van contando la historia caleidoscópica de los viajes de dos almas solitarias, alternando dos tipos de imágenes: una ficción rodada en estudio en Roma y una especie de diario de viaje filmado por el realizador y su equipo en diferentes países asiáticos -de Birmania a Japón pasando por Shanghai y la jungla tailandesa- a partir de 2020; un viaje  que se vio interrumpido por la pandemia de Covid-19, obligando a Miguel Gomes a dirigir a distancia un rodaje efectuado por un equipo chino, lo que proporciona a esta magnífica película una especie de pátina de “viaje romántico de crisis” en el que tenemos la fortuna de asistir al cumpleaños de un príncipe heredero, la plegaria en un monasterio japonés, las sesiones del teatro de marionetas y sombras chinescas tailandesas, un karaoke chino donde un tipo interpreta “My Way”, un ballet de vapores en el río y motos en la ciudad sobre el fondo del vals de Strauss (el mismo que todos los días de Año Nuevo se escucha en las televisiones de todo el planeta), la compañía de un misionero anglicano que se dirige a colgar los hábitos ante su obispo, así como la de una joven sirvienta vietnamita cuya traza se pierde mientras una gran orquesta interpreta “La mer”, un clásico de la época. 

“Grad Tour (1)” es el relato de un viaje que se parece mucho a un sueño, una película de una belleza impresionante que se parece a una sesión de magia,  interpretada por Gonçalo Waddington y Crista Alfaiate  además de los muchos  birmanos, chinos, tailandeses, vietnamitas y filipinos, que hablan de hombres y mujeres de ayer y de hoy y de -hoy como ayer- las relaciones de siempre entre ricos y pobres. “Hay algo de profundamente maravilloso en esas imágenes que no tienen edad. En esa manera de contar una historia como si llegara a la vez de la noche de los tiempos y de mañana”(cinemateaser.com).

 

(1) “Grand Tour” se puede ver en los cines de Madrid a partir del viernes 7 de marzo de 2025.




martes, 4 de marzo de 2025

“Presence” de Steven Soderberg: de familia con fantasma

« Una historia conceptual que sucede a puerta cerrada (…) en la que nos preguntamos qué es lo que Soderberg quería hacer. ¿Una sátira familiar? Divertida. ¿Un thriller sobrenatural ?. Fallido. ¿Un drama de sumisión química? Se ha quedado un poco corto » (Nouvel Obs)..

 


Tras su paso por los festivales de Toronto y Sitges, “Presence”, la última película de Steven Soderbergh (“Ocean’s Eleven”, “Traffic”, “Erin Brokovich, “Contagion”, “Paranoia””), escrita por el guionista David Koepp  (“Panic Room”) y protagonizada por Lucy Liu (“Kill Bill”, “Los ángeles de Charlie”) y Chris Sullivan(“This is US”, “FGuadianes de la Galaxia, Vol. 2”), es una historia de “casa con fantasma”, una película de terror que se diferencia de las decenas anteriores con temática similar en que en esta casa la luz entra por los ventanales y los personajes no tienen miedo a encender las luces de las distintas habitaciones. Lo que la hace realmente diferente de tantas y tantas mansiones “oscuras” del viejo Hollywood.

 

La familia Payne, el matrimonio que forman Rebekah, Chris y sus dos hijos adolescentes, Tyler y Chloé, se muda a una casa grande y nueva,  en la que la hija advierte una presencia extraña en su habitación. Chloé cree que puede tratarse de Nadia, su íntima amiga recientemente fallecida de una sobredosis, y teme que a ella pueda ocurrirle lo mismo.

 

Contando la historia de una casa embrujada el realizador Soderbergh –quien, al parecer, vive en Los Angeles, en una gran mansión que tiempo atrás fue el escenario de un crimen- se enfrenta a los fantasmas de una típica familia estadounidense cuyos miembros parecen enseguida bastante neuróticos.  La “presencia” que merodea por las amplias habitaciones de la casa, en principio un simple observador, rápidamente da muestras de querer apoyar a la adolescente.

 

Tras lo que parece un thriller “de miedo”, el guion de esta fantasiosa película indaga unos cuantos temas muy reales, como las relaciones familiares, el duelo, la fe, la creencia en lo sobrenatural, el consumo de drogas y la perversión. Es un drama psicológico en el que todo sucede a puerta cerrada y que saca a la luz las neurosis de una familia que gira en torno a una madre ambiciosa, con grandes planes para el futuro de su hijo, al que siempre coloca por delante de la hija ante la pasividad de un padre incapaz de protegerles a todos.

 

Escrito en capítulos separados por planos en negro y casi siempre filmados con gran angular, Sodeberg nos ofrece una narración muy subjetiva desde el punto de vista de “la presencia”, el fantasma, un intruso  que se confunde con el propio realizador –también firma la fotografía—quien no separa la vista del drama que se desarrolla ante sus ojos.

 

El espectador se convierte así en testigo del  suspense de baja intensidad de Soderberg centrado en temas muy actuales. Los efectos especiales de “Presence” se ocupan de los objetos que cambian de lugar, los libros que se cierran, los temblores que sienten los personajes…

 

(1) “Presence” estará en la cartelera madrileña a partir del viernes 7 de marzo de 2025.





lunes, 3 de marzo de 2025

Lee Miller, de modelo de Vogue y musa de Man Ray a fotógrafa de guerra.


“Lee Miller”, biopic sobre la fotógrafa neoyorquina que, como corresponsal de guerra,  nos dejó en herencia algunas de las mejores instantáneas de la Segunda Guerra mundial, es  una interesante película realizada por la hasta ahora directora de fotografía Ellen Kuras (“Los jardines del rey”, “The Betrayal”) con la actriz británica Kate Winslet  (“Titanic”, “Enigma”, “The Reader”, “Omce días de mayo”)como protagonista absoluta –acompañada por Andy Samberg (“Spiderman”, “Nunca solos”), Alexander Skarsgard (“Generation Kill”, “El hombre del norte”, “Melancolía”) y Marion Cotillard (“La vie en rose”, “Inocencia”, “Enemigos públicos”, “El principito”)- inspirada en el libro de su hijo Anthony Penrose (“Las vidas de Lee Miller”, Editorial Blume), que cuenta los años que van desde su integración en el movimiento surrealista hasta el final de la contienda.

Tras abandonar una interesante carrera como modelo de portada en la revista Vogue con artistas como Man Ray (destacado miembro del movimiento surrealista francés), decidió coger una cámara de fotos e iniciar la peligrosa carrera de reportera de guerra, como corresponsal para las ediciones británica y estadounidense de Vogue, relatando lo que ocurría en el frente de los aliados y dando a conocer las atrocidades perpetradas contra los judíos,  por Hitler y sus secuaces , en los campos de la muerte, siendo una de las primeras profesionales que consiguió entrar en  ellos inmediatamente después de que  fueran abandonados por los nazis. 

Poco conocida por el público en general, la película “Lee Miller” permite acercarse a una mujer extraordinaria, una figura fascinante de la historia del arte y del periodismo. Lee Miller, ex modelo de Vogue y musa de Man Ray, fue una de las primeras mujeres fotógrafas de guerra.  Moviéndose junto a los soldados estadounidenses por los distintos frentes europeos, Lee Miller estuvo dispuesta a todo para dar testimonio de los horrores de la Segunda Guerra mundial.  La consagrada actriz Kate Winslet encarna con propie4dad a la mujer asumiendo las huellas del tiempo que pasa, en su figura y en su rostro.

 

La película comienza con Lee Miller en Saint-Malo, en agosto de 1944, siguiendo a las tropas aliadas que avanzan frente a los alemanes desorientados. Los combates causan estragos, las pérdidas son cuantiosas. El miedo se lee en el rostro de Lee, que viste ropa militar. Un flashback nos  devuelve a pocos años antes, en el pueblo de Mougins bañado por la luz del Mediterráneo, donde Lee Miller, bella y sexy, comparte un picnic con un grupo de artistas, entre los que se encuentra Paul Eluard quien, en 1942 y en plena ocupación alemana, escribiría el magnífico poema “Liberté” : …En la salud recobrada/ En el peligro desaparecido/En la esperanza olvidada/Yo escribo tu nombre/Y por el poder de una palabra/ Empiezo de nuevo mi vida/ He nacido para conocerte/ Para nombrarte/ Libertad”. La Alemania nazi estaba al acecho. “Una buena mañana –diría Lee Miller- Europa estaba en guerra”.

Después conocemos a Lee Miller envejecida, bebiendo y fumando con el rostro marcado por la desilusión, recordando cuando la bella modelo partió para librar su propio combate en la guerra. Son casi dos horas de película en las que nos enteramos de la vida aventurera, caótica y feminista de Lee Miller. 

 

Hay una fotografía que podría ser el resumen de su vida. Lee Miller está en la bañera de Hitler. Acaba de llegar de visitar los campos de la muerte, Bunchenwald y Dachau,  donde ha fotografiado sin parar, a pesar de las náuseas, los cadáveres malolientes de ojos vidriosos. Después ha seguido camino hasta el 16 de la Prinzregentenplatz de Munich, el domicilio de Aldolf Hitler, que acaba de suicidarse a seiscientos kilómetros de allí, en un bunker de Berlín, con su amante Eva Braun. Lee Miller quiere bañarse, lavar todo el horror que ha presenciado, quitarse “todo el lodo de Dachau” … El barro de sus botas está manchando la alfombrilla y es David E. Sherman, reportero de la revista Life y compañero de Lee durante la guerra, quien la retrata el 30 de abril de 1945 desnuda en la bañera, en cuyo borde ha colocado un retrato de Hitler con uniforme militar.

 

 “Multitud de detalles en el baño evocan el horror del régimen nazi: la manguera de la ducha recuerda las de las cámaras de gas, la colocación de los muebles cuyos pies forman una cruz gamada…Pero esa fotografía capta también un momento de triunfo personal e histórico. El piso de Hitler está cargado de significados. De hecho, fue en ese lugar donde ideó la ‘solución final’ y vivió sus momentos más privados. Lee Miller invadió la esfera íntima de Hitler con una desenvoltura que desafiaba el recuerdo de su poder. Fue un acto de protesta fuerte, un gesto de desafío denunciando el régimen nazi” (Slate.fr).

 

La fotografía se publicó por primera vez en 1945, en la revista Vogue, acompañando el reportaje de Lee sobre el final de la guerra y  despertando la atención de los lectores por su valiente contenido que simboliza la caída final de Hitler y la victoria de los Aliados. El tiempo ha convertido esa foto no solo en un documento histórico, es también una obra de arte.

 

Lee Miller retrató la barbarie de la época que le tocó vivir. Al regresar del frente se enteró de que el Vogue británico no había publicado las fotos que iba mandando: “La gente necesita ir a mejor”, le resumió la redactora jefe de la revista.

 

La actriz Kate Winslet ha revalidado en “Lee Miller” (1) sus grandes dotes interpretativas consiguiendo meterse en la piel de su personaje, del que dice que “Envejeciendo e interpretándola he llegado a entenderla. Lla gente adoraba a Lee, volvía locos a los hombres. Sin maquillaje y con el pelo revuelto era fiel a sí misma y totalmente irresistible. Es lo que he intentado representar encarnando a esta mujer desorganizada, difícil de seguir y a veces incluso catastrófica, que era ferozmente independiente y que se asumía tal y como era”. Lo que –he leído en alguna crónica- se podía resumir en una de sus frases preferidas: “Yo estaba dotada para el sexo, el alcohol y las fotos”.

 

El actor Alexander Skarsgard que interpreta al pintor, fotógrafo y poeta inglés Roland Penrose, que fue el marido de Lee Miller, confiesa  « La pasión de Kate Winslet  (también productora) por la película era contagiosa. Se notaba que conocía a cada personaje al dedillo, que sentía apego por todos ellos ».

  

Lee Miller abandonó la fotografía de guerra agotada por la depresión y algunos secretos de familia que habían permanecido enterrados.  Al final de su vida, con un vaso de whisky en una mano y un cigarrillo rubio en los labios, escuchamos sus confesiones entre malhumoradas y tristes.

 

Nacida en 1907 en el  Estado de  Nueva York, Elizabeth Millerfue conocida como maniquí, modelo y musa del pintor, fotógrafo y realizador estadounidense naturalizado francés  Man Ray, antes de convertirse en fotógrafa, corresponsal de guerra y finalmente en reconocida cocinera. Su infancia se vio alterada por la agresión sexual que sufrió a los 7 años; el agresor, además, le contagió una  gonorrea. Nunca habló de ese dramático acontecimiento que impactó profundamente en su personalidad, lo mismo que en sus relaciones personales, familiares y profesionales.

 

Desde su infancia, Lee fue constantemente fotografiada. Primero por su padre, que la hacía posar desnuda. Después por los mejores fotógrafos de moda, tras ser descubierta en una calle de Nueva York por el dueño de Vogue, Conde Nast. A los veintidós años viajó a Paris, decidida a aprender fotografía junto a Man Ray, de quien fue alumna, musa y amante.

 

Cuando estalló la Segunda Guerra mundial, Lee vivía en Londres con el artista Roland Penrose y ofreció sus servicios a la edición británica de Vogue y dio sus primeros pasos como reportera gráfica fotografiando el Blitz (la campaña de bombardeos estratégicos alemanes sobre Londres, que duró desde el 7 de septiembre de 1940 hasta el 11 de mayo de 1941, causando 500 muertos y más de 1200 heridos).

 

Acreditada por el ejército de Estados Unidos, pasó al continente donde fotografió el bombardeo de Saint-Malo,  siguiendo después el avance las tropas hacia el este, hasta los campos de concentración de Buchenwald y Dachau donde consiguió algunas de las imágenes más impactantes de los campos de la muerte, que acompañó con artículos escritos en primera persona

 

Su vida fue una auténtica odisea que la llevó desde las páginas de las revistas de moda a los horrores de los campos de la muerte, pasando por las capitales europeas devastadas por la guerra. Lee Miller fue una auténtica pionera, un espíritu libre que se rebeló contra el orden social establecido, tanto en sus relaciones amorosas como en su carrera profesional. 

 

“Al final de la guerra –contaba su hijo, Anthony Penrose, en el funeral de 1977- mi madre ordenó su vida en varias cajas y las subió al granero” de Farleys Farm House, una casa de campo situada en el sudeste de Inglaterra, donde Lee Miller vivió los últimos treinta años de su vida, cocinando para recibir a sus amigos, entre los que se encontraban Pablo Picasso, el pintor y escultor Jean Dubuffet, creador del  Art Brut, o el pintor y grafista británico Richard Hamilton, que se encuentra entre los  iniciadores del Pop-Art. Anthony, también fotógrafo que hoy tiene 77 años, recuerda “una madre poco maternal, que fumaba y cocinaba mucho”.

 

(1) “Lee Miller” puede verse en los cines de Madrid a partir del viernes 7 de marzo de 2025.

 

 


"Anora", el cine independiente estadounidense arrasa en los Oscar 2025

 


Nominada en seis categorías, la tragicomedia “Anora” se llevó cinco –entre ellos el de Mejor Película-  de los premios Oscar en la 97 edición de los galardones que entrega anualmente la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos. El realizador Sean Baker (“Red Rocker”, “Tangerine”) acaparó también las estatuillas de Mejor Dirección, Mejor Guion original y Mejor Edición.

 

Mikey Madison (“La voz del lago”, “Erase una vez…en Hollywood”), la protagonista de “Anora” que interpreta a una prostituta que vive un falso cuento de hadas, se alzó con el premio a la Mejor Actriz para sorpresa de la mayoría de los pronósticos que habían apostado fuerte por la veterana actriz Demi Moore, estrella de la película “La Substancia”, una crítica  al modelo de la “eterna juventud” que Hollywood lleva décadas promocionando. 

 

Adrien Brody (“El pianista”, “King Kong”), quien consiguió el premio al Mejor Actor por su papel en “The brutalist”, historia de un arquitecto superviviente de la Shoah, defendió en el escenario del Teatro Dolby de Los Angeles, la necesidad de un mundo “en el que no tenga cabida el odio sin control”. El galardón para el Mejor actor de reparto fue para Kieran Culkin por su trabahjo en “A Real Pain”, y Zoe Saldaña recogió la estatuilla para la Mejor Actriz secundaria por “Emilia Pérez”, declarando que es “una orgullosa hija de padres inmigrantes”.

A pesar de partir una vez más como favorita con trece nominaciones, el musical “Emilia Pérez”, de Jacques Audiard, sobre el cambio de género de un narcotraficante mexicano, consiguió solamente dos premios: el de mejor actriz de reparto y mejor canción original.

 

Palmarés Premios Oscar 2025.

 

Mejor película: “Anora”

Mejor realización: Sean Baker por “Anora”

Mejor guion original: “Anora”

Mejor guion adaptado: “Cónclave”

Mejor película internacional. “Aún estoy aquí”  (Brasil).  

Mejo actor: Adrian Brody” en “The Brutalist.

Mejor Actriz: Mickey Madison en “Anora”.  

Mejor Actor Secundario: Kieran Culkin en “A Real Pain”.

 

Mejor Actriz Secundaria : Zoé Saldaña en « Emilia Pérez »

Mejor Fotografía: “The Brutalist”.

Mejor sonido : « Dune : Segunda parte ».  

Mejor montaje : « Anora ».  

Mejores efectos visuales : « Dune, Segunda parte ».  

Mejor decorado y dirección artística : « Wicked »

Mejor vestuario: “Wicked”

Mejor maquillaje y peluquería: “The Substance”

Mejor banda sonora origial: “The Brutalist”,

Mejor canción original: “El Mal” de “Emilia Pérez”.  

Mejor documental: “No Other Land”.

Mejor película de animación : « Flow ».  

Mejor cortometraje de ficción : « I’m Not a Robot ».  

Mejor cortometraje documental : « The Only Girl in the Orchestra ».  

Mejor cortometraje de animación : « In the Shadow of the Cypress ».  




sábado, 1 de marzo de 2025

 

Triunfo de "Emilia Perez" en la 50 ceremonia de los premios César franceses

 

Catherine Deneuve (Foto Unifrance)

A pesar de las recientes polémicas desatadas por unos antiguos comentarios racistas de su protagonista, la española trans Karla Sofía Gascon,  la comedia musical « Emilia Pérez » de Jacques Audiard se alzó anoche, 28 de febrero de 2025 –en la ceremonia celebrada en el Olympis de París- con siete premios César (el equivalente francés a nuestros Goya), entre ellos el de mejor película y mejor realizador. Un buen augurio para los Oscar, que se entregan mañana en la tradicional ceremonia en Hollywood, donde la película acumula hasta trece nominaciones, todo un record para un film de habla no inglesa. .

 

“El conde de Montecristo”, la otra película que acaparaba mayor número nominaciones, nada menos que catorce,  solamente consiguió dos estatuillas.

 

Tras lograr el Premio del Jurado en el Festival de Cannes y ser recompensada en los Globos de Oro, “Emilia Pérez” continua acumulando trofeos. Para su realizador, Jacques Audiard, de 72 años, los premios César conseguidos por la comedia musical sobre un narcotraficante que hace la transición a un cambio de género,  ponen fin a las polémicas desatadas en las redes sociales por los comentarios islamófobos de su protagonista, que comprometían el resultado que pudiera conseguir en los Oscar.

 

En una ceremonia que su presidenta, la actriz Catherine Deneuve dedicó a Ucrania,  los cineastas franceses pronunciaron agradecimientos comprometidos, especialmente en contra de la guerra y de los recortes presupuestarios en materia de cultura. El César al actor revelación, entregado a Abou Sangare por su papel en “La historia de Souleyman”, fue un eco de la actualidad en el momento en que el ministro francés de Interior, Bruno Retailleau, tiene un plan para reducir el número de regularizaciones. Guineano regularizado en el pasado mes de enero, Abou Sangare, explicó al rcoger el premio: “Yo casi no me consideraba un ser humano. Cuando, en abril de 2023, atravesé el Mediterráneo, pasé por casi todo… La miseria y todo lo bueno y lo malo que hacen al ser humano… Gracias por integrarme en la humanidad”.

 

Por su parte, la actriz Josiane Balasko se dirigió directamente a la ministra de Cultura, Rachida Dati : « No es nada personal, pero en el momento en que Trump quiere bloquear todas las formas de ayuda al cine, es esencial crear una Europa de la cultura, esperamos ganar ete pulso algún día”.  

 

El premio al mejor actor recayó en Karim Leklou por su interprtación en “Le Roman de Jim”, de los hermanos  Arnaud y Jean-Marie Larrieu, quien lo dedicó “…a todos los que todavía no tienen vidas fáciles”, mientras que el de mejor actriz fue para Hafsia Herzi, por su papel en el thriller “Borgo”, de Stephane Demoustier, sobre una delincuente corsa acusada de complicidad en un doble asesinato.  En 2008, esta actriz consiguió el premio a la mejor esperanza femenina por su interpretación en “La graine et le mulet”

 

Los César de Honor a toda la carrera fueron entregados al realizador francés de origen griego Costa Gavras, de 92 años –quien agradeció « a esta Francia humanista que rechaza todas las dictaduras y todos los odios”-; en 2003 Costa Gavras recibió dos César por la película “Amén”, que condena el silencio del Vaticano sobre la Shoah;  y a la actriz estadounidense Julia Roberts, quien estimó que recibirlo ella sola “era un fraude”, porque deberían acompañarle “todos los equipos” que durante tantos años le dieron “la posibilidad de vivir mi sueño”. ,

Palmarés completo

Mejor película : Emilia Pérez de Jacques Audiard

Mejor actriz : Hafsia Herzi (Borgo)

Mejor actor : Karim Leklou (Le Roman de Jim)

Mejor realización : Jacques Audiard (Emilia Pérez)

Mejor actriz secundaria : Nina Meurisse (L'Histoire de Souleymane

Mejor actror secundario : Alain Chabat (L'Amour ouf

Mejor revelación femenina : Maïwene Barthèlemy (Vingt Dieux)

Mejor revelación masculina : Abou Sangaré (L'Histoire de Souleymane)

Mejor primera película : Vingt Dieux, de Louise Courvoisier 
Mejor película extranjera : La zona de interés, de Jonathan Glazer

Mejor montajre : Xavier Sirven (L'Histoire de Souleymane

Mejor fotografía : Paul Guilhaume (Emilia Pérez)

Mejor guión original : Boris Lojkine y Delphine Agut (L'Histoire de Souleymane)

Mejor adaptación : Jacques Audiard (Emilia Pérez

Mejor música original : Clément Ducol y Camille (Emilia Pérez)

Mejor sonido : Erwan Kerzanet, Aymeric Devoldère, Cyril Holtz y Niels Barletta (Emilia Pérez)

Mejor vestuario : Thierry Delettre (Le Comte de Monte-Cristo

Mejores decorados : Stéphane Taillasson (Le Comte de Monte-Cristo)
Mejores efectos visuales : Cédric Fayolle (Emilia Pérez

Mejor cotometraje de animación : Beurk !, de Loïc Espuche
Mejor cotyometraje documental :  Las novias del Suri de Elena Lopez Riera

Mejor cortometraje de ficción : L'homme qui ne se taisait pas, de Nebojša Slijepčević 

Mejor película de animación : Flow, el gato que no tenía miedo al agua, de Gints Zilbalodis

Mejor documental : La Ferme des Bertrand, de Gilles Perret