“El 47” de Marcel Barrena (“100
metros”, “Mediterráneo”) y “La infiltrada” de Arantxa Echevarría (“Carmen y
Lola”, “Chinas”, “Políticamente incorrectos”), se repartieron el Premio a la mejor película
española de 2024, entregado en una ceremonia llena de fallos, que parecía no
acabarse nunca. Dejo sentado que afortunadamente no tuve que soportarla en vivo
y en directo y que mis críticas se refieren a la retransmisión televisiva
efectuada por el canal público TVE 1.
“La infiltrada”, película que
también ganó el Premio a la Mejor Actriz para su protagonista, Carolina Yuste,
está basada en la historia real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el
que una agente de la Policía Nacional permaneció durante ocho años infiltrada en
la organización abertzale ETA - donde llegó a compartir piso con dirigentes de
la organización- con el objetivo de desarticular el comando Donosti, para lo
cual tuvo que cortar totalmente los lazos familiares.
“El 47”, mi
favorita no solo de la gala sino de los estrenos del año que acaba de terminar,
es una emocionante historia de resistencia y solidaridad, protagonizada por
Eduard Fernández, inmenso en el papel (supongo que los académicos que deciden
estos premios tuvieron que esforzarse para decidir finalmente que el Premio de
Mejor Actor se lo concedían por “Marco”, de Aitor Arregi y Jon Garaño, historia
de un farsante que vivió haciéndose pasar por superviviente de los campos de la
muerte nazis).
“El 47” habla de
inmigración extremeña en la Cataluña de los ’70, de disidencia pacífica y del
movimiento vecinal de base que en 1978 transformó Barcelona y cambió la imagen
de sus suburbios para siempre gracias, entre todos los habitantes del barrio, a
la persistencia en la protesta de Manolo
Vital, un conductor de autobús que se adueñó del bus de la línea 47 para
desmontar la mentira que el Ayuntamiento de Barcelona se empeñaba en repetir: que
los autobuses no podían subir las cuestas del distrito de Torre Baró.
La gala, que
presentaron con escasa fortuna las actrices Maribel Verdí y Leonor Watling,
seguramente en los peores papeles de sus vidas, empezó con un confuso homenaje
a la generación del rock’n’roll -más o menos los padres, si no los abuelos de la mitad
de los asistentes- con la excusa de que Miguel Ríos -que es de Granada,
privilegiado escenario este año de “los Goya”- es el autor de “Bienvenidos”, la
canción que nos recuerda que un día también nosotros fuimos jóvenes y guapos, y
que inició el afinado vozarrón de Luis Tosar quien, a pesar de haber
participado como siempre en más películas que ninguno de sus colegas, en esta
ocasión no formaba parte de ninguna de las listas de “nominados”.
En el capítulo
de homenajes, casi todos los que subieron al escenario a recoger su premio
tuvieron palabras de elogio y cariño para la actriz Marisa Paredes, recientemente
fallecida. Pero el homenaje grande fue para Aitana Sánchez-Gijón, un valor
seguro del arte de la interpretación: no es que no lo merezca, es que me parece
un poco prematuro que este tipo de galardones “a la carrera de toda una vida”
se conceda a una actriz de 57 años, a la que sin duda esperan todavía
interesantes personajes, tanto en teatro como en cine y televisión. Le entregó
el Goya una emocionada Maribel Verdú (ambas comenzaron sus trayectorias muy
pequeñas); la emoción se contagió al público asistente con el largo y estrecho
abrazo en que se fundieron las dos actrices.
El otro homenaje
–Goya Internacional, ¿qué quiere decir?-fue para el actor estadounidense
Richard Gere (entre otras “Oficial y
caballero”, “Pretty Woman”, “American Gigoló”, y “Hatchi”, una preciosa
película en la que compartía protagonismo con un perro), quien últimamente anda viviendo por aquí, feliz
y orgullosamente casado con una española y
que en un discurso en inglés advirtió de la existencia de “lugares
oscuros” en todas partes. La traducción tampoco fue cum laude, pero al menos entendimos que al ciudadano Gere no el
gusta nada lo que está pasando en su país.
Aparte de esto,
los hijos del cantaor Enrique Morente protagonizaron un poco lucido homenaje a
Federico García Lorca (también granadino) y los premiados se alargaron hasta el
infinito en sus agradecimientos y dedicatorias, crítica de la que salvo al
Mejor Director Novel, Javier Macipe, aragonés realizador de “La estrella azul”
(sobre un cantante de rock llamado Mauricio Aznar, líder del gripo Más Birras,
cuya carrera de frustró por la adicción a la heroína), cuyo agradecimiento
llegó en forma de “letra de milonga”.
Premios Goya
2025, Palmarés:
Mejor película
La infiltrada
Mejor dirección
Isaki Lacuesta, Pol
Rodríguez (“Segundo premio”)
Mejor dirección novel
Javier Macipe (“La estrella
azul”)
Mejor actor protagonista
Eduard Fernández (“Marco”)
Mejor actriz protagonista
Carolina Yuste (“La
infiltrada”)
Mejor guion original
Eduard Sola (“Casa en llamas”)
Mejor guion adaptado
Pedro Almodóvar (“La
habitación de al lado”)
Mejor música original
Alberto Iglesias (“La
habitación de al lado”)
Mejor canción original
“Los almendros”,
compositores: Antón Álvarez, Yerai Cortés, La Tania (“La guitarra flamenca de
Yerai Cortés”)
Mejor actor de reparto
Salva Reina (“El 47”)
Mejor actriz de reparto
Clara Segura (“El 47”)
Mejor actor revelación
Pepe Lorente (“La
estrella azul”)
Mejor actriz relevación
Laura Weissmahr (“Salve
Maria”)
Mejor dirección de producción
Carlos Apolinario (“El 47”)
Mejor dirección de fotografía
Edu Grau (“La habitación de
al lado”)
Mejor montaje
Javi Frutos (“Segundo premio”)
Mejor dirección de arte
Javier Alvariño (“La Virgen
Roja”)
Mejor diseño de vestuario
Arantxa Ezquerro (“La Virgen
Roja”)
Mejor maquillaje y peluquería
Karmele Soler, Sergio Pérez
Berbel, Nacho Díaz (“Marco”)
Mejor sonido
Diana Sagrista, Eva Valiño,
Alejandro Castillo, Antonin Dalmasso (“Segundo premio”)
Mejores efectos especiales
Laura Canals, Iván López
Hernández (“El 47”)
Mejor película de animación
“Mariposas Negras”
Mejor película documental
“La guitarra
flamenca de Yerai Cortés”
Mejor película Iberoamericana
“Ainda estou aquí” (Aún
estoy aquí) (Brasil)
Mejor película europea
“Emilia Pérez” (Francia)
Mejor cortometraje de ficción
“La gran obra”
Mejor cortometraje documental
“Semillas de Kivu”
Mejor cortometraje de animación
“Cafunè”