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Cabecera del diario cerrado Apple Daily |
Como consecuencia de que, en junio de 2020, las
autoridades de Pekín promulgaran una nueva Ley de Seguridad nacional, el
gobierno de Hong Kong –presidido por la gobernadora Carrie Lam- ha forzado el
cierre de dos grandes medios de comunicación.
En 2021, el diario Apple Daily y el digital Stand News, anunciaron su cierre después de
que un total de doce directivos y periodistas fueran detenidos por
« supuestamente conspirar para publicar materiales sediciosos”, como puede leerse en el informe publicado este
lunes en el diario económico japonés Nikkei Asia, “el Nikkei” coloquialmente, según distintas fuentes el diario económico
más importante del mundo ((https://asia.nikkei.com/Spotlight/The-Big-Story/Hong-Kong-s-independent-media-fight-to-survive).
“Los medios informativos liberales de Hong Kong, tales
como el ‘Apple Daily’ (cuya puerta cerrada ilustra el artículo) -se lee en el
informe de Nikkei- están cayendo como moscas tras la promulgación de una ley de
seguridad nacional en 2020. En su ausencia, las publicaciones pro-chinas ganan
en influencia ».
El cargo de « sedición » procede de una
ordenanza de la época en que Hong Kong era colonia británica, y no se había
utilizado desde 1967. Hasta el momento, los fiscales no han precisado que
artículos consideran « material sedicioso », pero han acusado a Jimmy
Lai, fundador del Apple Daily, y a los redactores jefe de las publicaciones, de
incitar al odio y al desprecio contra los gobiernos de Pekín y Hong Kong.
Como ha declarado un antiguo lector de Stand
News “ahora hay menos diversidad en línea. ¿Quién va a servir de plataforma
para la comunidad LGTB, quien dará cuenta de los problemas de los refugiados y
cubrirá los derechos de las minorías étnicas?”.
El digital Stand News fue creado en 2014 por un
trío de experimentados periodistas como organización independiente sin ánimo
lucrativo comprometida en « la salvaguarda de los valores fundamentales de
Hong Kong, tales como la democracia, los derechos humanos, la libertad el
estado de derecho y la justicia ». Se dio a conocer por su cobertura en
directo de las manifestaciones de 2019 y consiguió imponerse como una fuente de
información fiable, siendo el único medio de Hong Kong que colaboró en la
investigación mundial de los Pandora Papers.
Las detenciones, muy comentadas en la prensa
internacional, han marcado un aumento de la censura y desencadenado una serie
de cierres de al menos seis digitales independientes, entre ellos Citizen News
que se ha despedido de sus lectores el pasado 3 de enero de 2022.
"Nosotros no hemos cambiado –dijo, tras
anunciar el cierre, Daisy Li, veterana periodista redactora jefe del medio- Lo
que ha cambiado es el ambiente exterior y objetivo. Ahora, en mi calidad de
redactora jefe no estoy en condiciones de saber si publicando una historia, un
reportaje o una cita, estamos violando la ley en este ambiente modificado”.
El grupo Citizen News acogió a periodistas que
habían despedido en los medios oficiales, incluido todo el equipo de la
televisión i-Cable News tras el despido masivo, en diciembre de 2020, del
personal crítico con el gobierno.
La libertad de prensa
de los periodistas de Hong Kong cayó a su nivel más bajo el año pasado.
Reporteros sin Fronteras la clasificó en el puesto 80 (entre 180 países y territorios)
cuando en 2013 se encontraba en el 58. Cerca de la mitad de los periodistas
preguntados por el Club de Corresponsales extranjeros de Hong Kong han dicho
que se plantean marcharse de la ciudad preocupados por la falta de libertad, y
más de la mitad han admitido haberse autocensurado.
En 2021, el gobierno de Hong Kong negó el visado
a un periodista del prestigioso medio británico The Economist, una referencia
mundial. Representantes del gobierno pro-Pekin de Carrie Lam han enviado cartas
a medios extranjeros, como Wall Street Journal y The Economist, negando la
veracidad de informaciones publicadas y pidiéndoles que apoyen al gobierno.
“Las cambiantes líneas rojas han obligado a
algunos grandes medios internacionales a reconsiderar la conveniencia de
instalar en Hong Kong sus redacciones regionales. En septiembre de 2020, el New York Times
trasladó a Seul sus operaciones digitales a causa de « la incertidumbre
provocada por la Ley de Seguridad nacional ».
La libertad de expresión y de prensa en Hong
Kong está inscritas en su constitución, y “la libre circulación de la información
ha sido una clave de su éxito como centro internacional de negocios y de medios
de comunicación. La industria de la información políticamente diversificada de
la ciudad semi-autónoma, aplaudida como un bastión de la libertad de expresión,
era muy respetada por su periodismo de denuncia y vigilancia”.
Pero las autoridades del Partido Comunista que
gobiernan en Pékin revisaron unilateralmente el año pasado el sistema político
del territorio, prohibiendo expresarse a las voces de la oposición y aniquilando
cualquier forma de participación pública. “En el marco del nuevo sistema, y
como se ha visto recientemente, los políticos que desean presentarse a las
elecciones necesitan contar con el apoyo de un comité electoral aprobado por
Pekín”. Solo así podrán ser considerados
“ganadores” (https://www.bbc.com/news/world-asia-china-59717343).
Antes de la represión, los medios
independientes, que funcionaban gracias a las suscripciones de los lectores,
hacían el papel de freno y contrapeso del poder escribiendo sobre temas que
evitaban los grandes medios, controlados por empresarios pro-gubernamentales.
Según Leung Kao-chi, investigador invitado en la
Universidad Nacional de Taiwan, « Hong Kong ha sido siempre una democracia
fraudulenta en la que los medios de comunicación cumplían el papel de democracia
de substitución. Por eso, la gente está particularmente preocupada por la
independencia de los medios, cuando no existe las cosas se complican ».